Increíble la historia protagonizada por Emanuel Marques de Oliveira, un niño brasileño de nueve años de edad. El menor decidió escaparse de su casa, ubicada en Manaus, para visitar a unos familiares que residen en de Guarulhos, Sao Paulo. La distancia (2.700 kilómetros) no fue un impedimento y sorprendentemente consiguió su objetivo.
¿Cómo lo hizo? Aunque resulte difícil creerlo, le sirvió con una simple búsqueda en Google sobre “cómo colarse en un avión sin ser visto”. Salió de su vivienda por la noche, aprovechando que sus padres dormían, y acudió al aeropuerto más cercano en autobús.
Una vez allí, inexplicablemente consiguió superar los controles de seguridad y embarcarse en una aeronave que iba a despegar rumbo a su destino. Después de denunciar la desaparición a la policía y tras horas de angustiosa búsqueda en las que se temió lo peor, el niño fue encontrado en Guarulhos.
En declaraciones recogidas por The Sun de las que se ha hecho eco Telecinco, la madre del menor critica la falta de seguridad del aeropuerto de Manaus. “Pasó por tres revisiones sin que nadie se diera cuenta de que estaba solo, sin documentación ni tarjeta de embarque. Quiero una respuesta de la aerolínea y del aeropuerto sobre cómo mi hijo logró abordar solo”.
La madre pide una respuesta a la aerolínea y al aeropuerto sobre como su hijo logró llegar hasta el avión.
Pues la respuesta es porque ese entramado recaudatorio que llaman seguridad aeroportuaria ya les cobra a los clientes en el momento en que compran el billete. Lo que ocurre a partir de ese momento es puro teatro.