Parecía que estaba todo inventado, pero no es así. Una aerolínea de bajo coste japonesa se las ha ingeniado para poner en marcha una chocante forma de vender billetes de avión.
Peach Aviation ha puesto a disposición de los viajeros una máquina expendedora de bolas de plástico. Dentro de ellas se encuentran los destinos sorpresa, siempre domésticos, y un código de promoción para hacerse con el billete.
Los datos son espectaculares. Desde su puesta en marcha en agosto, una sola máquina ha distribuido más de 3.000 cápsulas, llegando a vender 150 en un solo día. El precio de cada una es de 5.000 yenes, lo que al cambio son algo más de 37 euros.
Tal ha sido la acogida que a la primera máquina, instalada en Osaka, se acaba de sumar una segunda en el distrito de Shibuya, en Tokio. La low cost se plantea poner más en otras zonas del país.
No acabo de entender que es lo que se gana.