Bonito detalle el de una pasajera en un vuelo que se dirigía de Corea del Sur a Estados Unidos. La madre, que viajó con con su bebé durante más de 10 horas, regaló a los más de 200 pasajeros una bolsa con dulces, chicles y tapones para prevenir que el posible llanto del pequeño que pudiera trastornar el viaje del resto de usuarios.
Junto a los elementos, elaboró un pequeño texto que decía: “Hola, soy Jun Woo. Tengo 4 meses y hoy viajo a Estados Unidos con mi mamá y mi abuela. Estoy un poco nervioso y asustado. Este es el primer vuelo en mi vida. Es normal que llore o cause alguna perturbación”.
“Trataré de mantener la calma, pero no puedo prometerte. Por favor, úsalo si mi voz se pone demasiado fuerte. Disfruta de tu viaje. Gracias”, continuaba el texto.
Uno de los pasajeros compartió la historia a través de sus redes sociales y quedó realmente asombrado. “Una cultura de respeto a la libertad de los demás...”, apuntaba.
Los bebes desde luego son maravillosos, todo el mundo los adora, pero hay que reconocer que si te toca uno que no tenga sueño, el vuelo puede ser entretenido. Tengo una anecdóta con una bebe que más que llorar era otra cosa, eso nada más despegar, y nos esperaban once horitas, el caso es que los padres debían ser primerizos y estaban un poco despistados con la criatura, y la madre desesperada por hacer que estuviera tranquila, hasta que una señora le dijo que estaba hambrienta, y ...... pan de santo, después de tomar el biberón en su cunita más feliz que unas pascuas, a veces dormidita, a veces despierta con esa sonrisa imperdible de un bebé. Así que un detalle por esta señora hacia sus compañeros de vuelo.
Es una noticia de 2019....