Hasta el año 2007 Het Arresthuis era una antigua prisión que albergaba hasta 150 presos, pero tras una profunda renovación sus 105 celdas han dado paso a 40 habitaciones de lujo que albergan a quienes quieren pasar una noche en la cárcel rodeados de las últimas comodidades.
Este hotel situado en Holanda mantiene muchas de las características originales de la prisión, incluidas las pesadas puertas de cada celda, pero ha introducido cómodas camas, televisores de pantalla plana, aire acondicionado e incluso wifi gratis y máquina de café.
Esta no es la primera vez que una cárcel se reconvierte en hotel. El Malmaison, en la antigua cárcel de Oxford, y el Lowengraben Jailhotel en Lucerna ofrecen una experiencia similar para aquellos dispuestos a pagar por pasar la noche en un lugar único.
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