Hallstatt es considerado uno de los pueblos más bonitos de Austria y de Europa. Pero su éxito turístico tiene sus consecuencias: miles de turistas se arremolinan en un lugar de sus calles para sacarse selfies, lo que ha llevado a Alexander Scheutz, el alcalde, a poner una valla y prohibir las fotos en el lugar.
El pueblo ha sido la inspiración para películas de todo tipo, la última Frozen, de Disney. Esto lleva a que su fama supere y desborde todo lo imaginado. El pueblo lleva años de relación con el turismo, con pocos problemas. Pero ahora la situación empieza a superar la capacidad de aguante de los vecinos, que exigen soluciones ante las masas de personas buscando una foto.
Pero la valla no ha funcionado. O no ha tenido apoyos de los vecinos, lo que ha conducido a que, tras algunas semanas, se haya retirado nuevamente. La idea era impedir las fotos, no por ellas mismas sino porque en el lugar se producían concentraciones de viajeros que impedían la normal convivencia en el pueblo.
No obstante, la prohibición de sacarse fotos en el lugar persiste, aunque su cumplimiento es menor.
Hallstatt es Patrimonio de la Unesco, lo cual es innecesario turísticamente porque su fama era anterior a todo.
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