Cualquier pasajero habrá temido alguna vez que compraba un billete de avión equivocado y que acababa muy lejos de su destino. Hace unos días les ocurrió precisamente esto mismo a 34 pasajeros que volaron con Nextjet, la aerolínea regional sueca, y en lugar de llegar a Gotemburgo aterrizaron en Lulea, en plena Laponia, donde además se registraban -40 grados centígrados. Habían viajado 1.000 kilómetros de más por error o, mejor dicho, sin que ellos estuviesen informados de ello.
No es que se produjese la fatalidad de que los 34 pasajeros se equivocasen a la hora de comprar el billete. El problema se produjo, simplemente, porque la compañía tuvo que cancelar su vuelo entre Sundsvall y Gotemburgo debido al mal tiempo, pero los pasajeros no fueron informados de ello.
Sí fueron advertidos, en cambio, de que su avión sufriría un retraso de tres horas, pero desconocían por completo que su avión iba a un aeropuerto que ellos no habían previsto. Al llegar a Lulea todos los pasajeros fueron alojados en un hotel y al día siguiente volaron a Gotemburgo. La compañía aérea se disculpó por el lamentable error.
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