Varo blinda a Hidalgo en El País y la Ser (y Podemos)

La vicepresidencia de Prisa ha caído en manos de Rosauro Varo por la merced del presidente de Telefónica, uno de sus accionistas de referencia. Varo tiene, por tanto, voz y mando en El País, en la SER y en Cinco Días. O sea, que Javier Hidalgo está blindado en el primer periódico y en la primera emisora de radio de España.

Porque Varo es tan hermano de Javier como este lo es de sus hermanas. O más, aunque con María José y Cristina lo sea por vía sanguínea. El hombre de Alvarez Pallete en Prisa es el amigo íntimo, el socio, el gran “bro “de Hidalgo junior.

Si Pallete ha colocado a Varo en un puesto clave en Prisa no es porque los dos hagan 'runnings' juntos, si no por su valía, por su visión y por sus buenas relaciones políticas. Pallete es poderoso en el Ibex y Varo se acerca a pasos agigantados a la alta clase dominante.

La amistad de Javier Hidalgo y Rosauro Varo va más allá de Pepephone, donde se forraron tras la venta de esta teleco. El compi de Hidalgo Jr es Varo, por encima de Emilio Rivas, con quien estudió de pequeño. Y cómo amigo del alma, Varo no se ha quedado cruzado de brazos en la grave crisis de Globalia: ha ayudado, y mucho, abriendo puertas gubernamentales y dando aliento emocional a la familia.

El nuevo vicepresidente de Prisa se ha hecho muy rico, con dinero a espuertas, y se codea con algunos amigos millonarios cercanos a Vox, pero Varo con quien sintoniza es con Sánchez, aunque no lo exprese, y en su mascarilla lleva la bandera de España a la izquierda, como el jefe de Moncloa.

El “bro” de Javier Hidalgo no es de los empresarios que discrepe de Podemos e Izquierda Unida, sino de los que han sabido acercase a los partidos extremistas con asiento en el Gobierno de España, y lo ha hecho a través de Monedero, con el que una de sus empresas —el dinero no tiene alma— firmó un contrato de asesoramiento. 

Todas esas relaciones del flamante vicepresidente de Prisa, las mediáticas y políticas, están a disposición de la familia Hidalgo. No bastan para solventar el tsunami causado por el virus, porque las deudas hay que pagarlas, pero sirven de gran ayuda.