Nuevo capítulo en la interminable guerra entre Ryanair y las agencias de viajes. En esta ocasión ha sido la ONG de derechos digitales Noyb la que ha interpuesto una reclamación contra la low cost irlandesa ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) (Ryanair explica por qué pide reconocimiento facial a los clientes de agencias).
El motivo es que la compañía aérea obliga a aquellos clientes que hayan comprado sus billetes a través de intermediarios a someterse a un “invasivo proceso de reconocimiento facial” para completar el proceso de verificación (Ryanair pide fotos a los clientes de agencias para embarcar).
A juicio de la ONG, “no hay ninguna justificación razonable para utilizar este sistema”. “Por el contrario, parece que la aerolínea está violando deliberadamente el derecho de sus clientes a la protección de datos para obtener una ventaja competitiva frente a otros canales de reserva”, agrega.
Romain Robert, director de programa en Noyb, entiende que dicha exigencia “parece otro intento de complicar la vida a viajeros y competidores con el fin de incrementar sus beneficios”. Alerta, además, que los sistemas de reconocimiento facial conllevan “riesgos inaceptablemente altos” para las personas.
Aunque Ryanair afirma que la base jurídica para su uso es el consentimiento, “no proporcionó información comprensible sobre la finalidad de este proceso intrusivo”. “Sin información clara, el consentimiento de un usuario no puede ser informado o específico, lo que significa que no es válido con arreglo al RGPD”, sostiene la ONG.
Felix Mikolasch, jurista de protección de datos en Noyb, afirma que “al empujar a pasar por su invasivo proceso de reconocimiento facial, la aerolínea consigue tanto violar la privacidad de sus clientes como asegurarse de que no vuelvan a reservar a través de proveedores externos”.
Teniendo en cuenta que Ryanair facturó 4.800 millones de euros en 2022, “la Agencia Española de Protección de Datos podría imponer una multa de hasta 192 millones de euros”, siempre según la citada organización.
En respuesta a la denuncia, el grupo aéreo insiste en que “no tiene ninguna relación comercial con ninguna OTA”, asegurando que “no están autorizada a vender nuestros vuelos”. “Las OTAs copian el inventario de Ryanair y en muchos casos malvenden nuestros vuelos y servicios auxiliares con márgenes ocultos y proporcionan información de contacto del cliente y detalles de pago incorrectos”, prosigue.
”Como resultado, y con el fin de proteger a los clientes, cualquiera que reserve a través de una OTA debe completar un sencillo proceso de verificación y puede elegir la verificación biométrica o, alternativamente, completar un formulario de verificación digital, ambos totalmente conformes con todas las normativas GDPR”, concluye.
Complica la vida porque te puedes haber olvidado de la cara en casa y entonces no viajas...