Agencias apuntan hacia el Caribe para sortear el lleno hotelero en España

Hacía años que las agencias no se tenían que enfrentar a una situación así, un lleno hotelero en las costas e islas españolas en verano (Temor en los emisores ante el histórico lleno hotelero) que amenaza con hacerles perder decenas de ventas si no son capaces de ofrecer otras alternativas a sus clientes y que además se ajusten a sus presupuestos.

En este sentido, las minoristas consultadas por preferente.com apuestan por el Caribe como destino alternativo pues, tal y como recuerdan Ceus y Viajes Excelsior, en no pocas ocasiones es más barato que viajar a determinadas zonas españolas como la Costa del Sol o Baleares. “Intentaremos reubicar dentro del presupuesto que maneja el cliente, siendo una muy buena opción el Caribe”, detalla Miriam Garrido, directora de esta última agencia.

Un plan que también contemplan grandes redes como Nautalia cuyo subdirector del área vacacional reconoce que tendrán que “trabajar más” una vez que estén vendidas las “pocas o muchas plazas que nos dejen”. Además de al Caribe, Félix Rebollo señala que “habrá que desviar a los clientes a destinos de interior, Europa y cruceros”.

Unas opciones que dependerán en última instancia del presupuesto que maneje el cliente, apunta José Luis Muñoz, quien recuerda otro problema: “No todo el mundo quiere viajar al extranjero”. El director general de Nivel 10 Viajes reconoce que están preocupados por el lleno hotelero. “Está claro que no vamos a tener camas para los españoles y eso puede cortar las ventas. Ya veremos cómo lo podemos gestionar”, dice.

La preocupación en el sector minorista ante las históricas ocupaciones que habrá este verano contrasta con la euforia de unos hoteleros que reconocen abiertamente que van a obtener unas rentabilidades de récord. Su única inquietud a día de hoy es gestionar los overbookings (Gestionar overbookings: la tarea de los hoteleros para esta temporada alta). Mientras tanto, algunas mayoristas especializadas en circuitos por Europa también se frotan las manos ante la perspectiva de que se acaben desviando clientes hacia su producto.