Agencias de Italia avisan: "Se necesita mucho más que bonos vacacionales"

La economía italiana es, junto a la española, una de las más castigadas por la crisis del Covid-19. La mayor incidencia de la pandemia, unida a la importancia que tiene la industria del turismo, se traduce en graves pérdidas para uno de los destinos punteros a nivel mundial.

Los empresarios turísticos del país advierten que, a no ser que haya "una reacción inmediata", el sector "saldrá con heridas de las que no podrá recuperarse". Por este motivo, reclama una acción más decidida por parte del Gobierno. En palabras de la presidenta de la Federación de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Fiavet), Ivana Jelinic, "los bonos vacacionales están bien, pero se necesita mucho más para evitar la catástrofe" (La lección de Italia: un bono vacacional para 2020).

"Algunos economistas creen que el turismo doméstico puede compensar, al menos en parte, la paralización del turismo internacional, si bien esto no es siempre factible", sostiene Jelinic. Según argumenta, "si para una agencia de viajes es posible, aunque menos fructífero, vender la costa italiana en lugar de un itinerario de larga distancia, para un gran operador, que representa más del 60% de las ventas del sector, remodelar completamente su oferta no es tan fácil u oportuno". Además, teme que muchos ciudadanos no tengan dinero para vacaciones o bien hayan agotado sus días de vacaciones.

Paralelamente a la puesta en marcha de medidas específicas de ayuda a los empresarios del sector, Fiavet reclama a los poderes públicos "reglas y certezas" para poder planificar los viajes de futuro. Se pregunta, por ejemplo, qué protocolos de desinfección e higiene deberán implementar los alojamientos, qué medidas se impondrán para garantizar la seguridad de los turistas en las playas y cuál será la capacidad de los aviones, entre muchas otras dudas.