Ningún otro sector económico se ha visto tan afectado por la crisis del Covid-19 como el turístico. Este mensaje, puesto de relieve en reiteradas ocasiones por profesionales y directivos, que insisten en la imperiosa necesidad de extender los ERTE hasta al menos final de año para evitar la quiebra de cientos de empresas, queda ahora demostrado en un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según los datos recabados por el citado organismo, agencias de viajes y turoperadores cierran el primer cuatrimestre de 2020 con un desplome histórico de facturación del 43,8%. En abril, probablemente el peor mes desde el inicio de la crisis sanitaria, sus ingresos cayeron de media un 92,3%.
Algo similar sucede en el sector de la hostelería, que se divide en servicios de alojamiento y de comidas y bebidas. El primero concluye el primer cuatrimestre con un retroceso interanual del 43,6% y en abril sufre una bajada de ventas del 95,9%. En el segundo se registra caídas del 37,9% y del 93,7%, respectivamente.
De medida, la facturación de la totalidad de actividades englobadas en el sector servicios experimenta un descenso interanual del 14,4% en el primer cuatrimestre del año. La caída llega al 41,4% en abril.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo