En España, todos conocen a Gabriele Burgio. Burgio era NH Hoteles, hasta que la crisis acabó con el modelo existente. Burgio pasó a dirigir Alpitour, el touroperador que fuera propiedad de la familia Agnelli y que fuera líder en su país. Sin embargo su estrella se había eclipsado y era un mayorista más. Pero Burgio lo ha resucitado. Internamente hoy no tiene comparación.
Y externamente ahora empieza seriamente el desembarco en Francia. En un primer año, 2017, cuando el grupo italiano se instaló en el país bajo la dirección de Patrice Caradec, lo que hizo fue una toma de contacto, explica Burgio. “Hemos sido aceptados de las principales redes francesas –dice Burgio a TTGItalia, una publicación turística especializada–y ahora nos preparamos para algo diferente.” El primer año fue contacto pero ahora va a empezar a actuar seriamente.
El año de inicio no fue para nada fácil. “El mercado francés es complicado, por lo que es necesario un tiempo para un operador italiano pueda integrarse” dice el directivo. Ahora, añade, “vamos a ampliar nuestra presencia.”
En 2017, Alpitour era un touroperador, pero en este tiempo ha dado un salto de gigante. En disputa con Ávoris, del grupo Barceló, terminó por comprar Eden Viaggi y eso ha supuesto un cambio radical en Alpitour, que se ha relanzado.
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