Desde el próximo 1 de julio, Andorra incorporará un impuesto turístico, según anunció el ministro de Turismo, Jordi Torres. El gobierno local aprobó un proyecto de ley que regula un impuesto sobre las estancias en alojamientos turísticos en un país que tiene en el turismo uno de sus dos principales fuentes de ingresos, junto con el comercio.
El impuesto turístico andorrano es finalista, lo que quiere decir que el dinero sólo se puede dedicar a impulsar el turismo, a la promoción del mismo o a la sostenibilidad. La tasa, estima el gobierno, permitirá una recaudación anual de unos 12 millones de euros.
Los residentes en Andorra no pagarán por alojarse en sus propios hoteles; tampoco los menores de 12 años, cualquiera sea su residencia. Quienes se alojen por periodos superiores a los 14 días en un mismo alojamiento, o quienes lo hagan por razones sociales o causa mayor, tampoco pagarán.
El impuesto es muy fácil de comprender: son 3 euros por persona y noche en un hotel de cinco estrellas, 2 en los des cuatro, mientras que los de menos categoría pagarán 1,5 euros por noche.
Los alojamientos turísticos no hoteleros pagan 2 y las pensiones o campings pagan un euro por persona y noche.
El impuesto figuraba en el programa electoral del ganador de las elecciones. La coalición de gobierno, formada por Demòcrates, Liberals y Ciutadans Compromesos, tiene la mayoría absoluta en el Consell General, el parlamento andorrano, por lo que el anuncio del gobierno equivalía a su aprobación. Una empresa ya ha sido encargada de los trabajos de implementación de la nueva tasa.
" Una empresa ya ha sido encargada de los trabajos de implementación de la nueva tasa." - el gobierno de allí parece que solo sabe cobrar...