Octubre es uno de los meses en el que históricamente se concentran los cierres de agencias de viajes independientes, sin embargo este año hay coincidencia entre los principales grupos de gestión de que habrá “muchas menos” quiebras pues el ajuste ya se ha realizado en los años anteriores.
“Puede haber cierres pero lo cierto es que se ha consolidado el parque de agencias independientes” apunta desde Airmet su presidente Juan José Oliván. Un diagnóstico que refrenda el máximo responsable de Unav, José Luis Prieto, quien apunta a que “no existen razones que hagan previsible un cierre de agencias más allá de lo normal porque el mercado se ha regulado bastante”.
Los responsables de grupos de gestión y asociaciones de agencias coinciden además en destacar que durante estos últimos años las independientes más afectadas por los cierres han sido aquellas agencias de tamaño medio que tenían sucursales y a las que la caída de la demanda y la crisis ha obligado a bajar la persiana definitivamente. “Ahora prácticamente solo quedan las de tipo familiar o en las que el empleado es el dueño y aguantan más porque se amoldan a las circunstancias de cada momento”, apunta Agustín Lamana, de Ceus.
Las independientes apuntan a que este año el mayor ajuste en oficinas tendrá como protagonistas a las grandes redes, toda vez que ellas ya han hecho los ajustes pertinentes. De hecho, desde uno de esos grupos de gestión destacan que “aunque intentan dar una imagen de que toda va bien, están haciendo cierres y reestructuraciones”.
En cuanto al balance del verano, la mayoría de las agencias independientes están satisfechas con las ventas. El sentir general es que estas han mejorado notablemente con respecto al año pasado si bien hay que tener en cuenta que 2013 fue “desastroso”, tal y como recuerda Lamana. Ahora bien, la incógnita es la rentabilidad. Desde algunos grupos de gestión apuntan a una mejora de entre un 3% y un 5%, un dato que no comparten el resto de actores del sector minorista. “Es cierto que el precio medio ha subido pero las agencias han tenidos que vender con descuento para hacer frente a las online así que dudo de que la rentabilidad vaya a subir”, dice tajante Oliván.
“Ahora prácticamente solo quedan las de tipo familiar o en las que el empleado es el dueño y aguantan más porque se amoldan a las circunstancias de cada momento”...bonito eufemismo. En otras palabras: los autónomos, en este país llamados pequeños empresarios y maltratados social, fiscal y jurídicamente, como no tienen derecho a paro, subsidios ni ayudas, aguantan con sus agencias abiertas para llevar a sus casas unos cientos de euros con los que al menos comer. Mientras tanto, las grandes perciben ayudas en forma de ERTES, concursos restringidos a su capacidad operativa y por último la incongruencia ciudadana que protesta cuando su situación laboral se tambalea o su nómeina sufre un recorte, pero sigue apoyando con sus compras aun sin diferencia en el precio a quienes más duramente practican esos recortes. ¡Ánimo a todos! ya queda menos para poder cerrar nuestras agencias pequeñas y que Pablito nos garantice un salario mayor que el que ganamos trabajando aun sin dar ni palo.¡Que guay!