Tras dos años de parálisis, la recuperación del destino Benidorm ya es una realidad. Así lo ha remarcado el director general de Destinia, Ricardo Fernández, en una reunión de trabajo con la Fundación Visit Benidorm, a la que ha asistido el alcalde de la ciudad, Toni Pérez. (Británicos eufóricos tras volver a Benidorm tres años después)
Su principal mercado, el británico, es el que mejor se está comportando, lo que se traduce en buenas previsiones para el verano. Hasta la fecha, las reservas de los ingleses se sitúan un 70% por encima con respecto a las mismas fechas de 2019. (Benidorm se llena de clientes del Imserso y turistas británicos)
Su principal competidor, el mercado nacional, se encuentra muy lejos de esos datos, aún un 1% por debajo de cifras precrisis. Para Fernández, ello se debe a que “nos hemos vuelto más cortoplacistas en España con reservas en el último minuto”, mientras que el británico lo hace con más tiempo de antelación. Teniendo en cuenta ese factor, espera que los números mejoren.
Otro de los posibles motivos de la ralentización del doméstico es el precio. Muchos españoles elegían Benidorm por ser un destino cercano y económico, pero, según los datos aportados por Destinia, alojarse en Benidorm ahora es un 11% más caro que en 2019.
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