Los viajeros del Eurostar, el tren que cruza el canal de la Mancha y que enlaza Londres con París y Bruselas, ya pueden pasar los controles de frontera sin detenerse, como si no existieran. Se ha introducido un nuevo sistema de identificación biométrica en la estación de tren londinense de Saint Pancras, por donde cada año pasan once millones de personas. Desde el Brexit, era frecuente que las cosas colapsaran la terminal.
Una empresa ha instalado sistemas de reconocimiento automático. Antes de la salida, los pasajeros deben descargar una aplicación para registrar sus billetes de tren y certificar su identidad. Una vez en la estación, solo tienen que cruzar un pasillo dedicado, donde una cámara identificará y validará el paso de cada viajero, sin que tenga que detenerse en un punto de control para validar su identidad.
El sistema entró en servicio el 18 de julio y utiliza datos faciales para reemplazar los controles manuales. Esta es la primera vez que una compañía ferroviaria adopta la verificación facial biométrica. Por ahora, solo está disponible para pasajeros de Eurostar Business Premier y Carte Blanche. Y el dispositivo existe solo en el lado británico. Una vez que lleguen a Francia, los pasajeros todavía tendrán que pasar por la casilla de "aduanas" y someterse a un control de identidad tradicional.
Los datos "se eliminan dentro de las 48 horas posteriores al viaje del usuario". "En todo momento, el pasajero tiene el control total de sus datos personales, la tarjeta de viaje digital se almacena en su dispositivo hasta que confirme su viaje,” ha dicho Eurostar.
Esto de cruzar fronteras sin detenerse ni es nuevo ni de ayer ni de antesdeayer. En mi juventud, en los años 80 cuando una viajaba en tren por Europa, más allá de los Pirineos, se entiende, pasabas de un país a otro y el control de pasaportes se hacía en el tren, por lo que no se ha inventado nada a lo que hace referencia el titualar.