Este martes Japón espera que toque tierra, más o menos a la altura de Osaka, el tifón Lan. El segundo fenómeno de estas características en lo que va de mes ya ha provocado una ola de cancelaciones tanto de vuelos como de trenes y barcos. Se espera incluso que muchas carreteras y autopistas se cierren al tráfico (Japón: los turistas vuelven y disparan la economía).
El tifón, que es habitual en este periodo en Japón, supondrá un problema serio en un momento de viajes masivos, coincidiendo con las vacaciones.
La zona afectada, en el medio de la isla de Honshu, la más poblada, tiene grandes corredores de tráfico y núcleos turísticos como Kioto, Kobe, Nara o Nagoya.
El aeropuerto que previsiblemente puede ser el más afectado es el de Kansai, que es una isla flotante en la bahía de Osaka. En el último tifón que afectó la zona, el aeropuerto de Kansai resultó inundado y algunos barcos amarrados quedaron a la deriva. El puente que une la isla aeropuerto con la tierra firme también se tuvo que cerrar.
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