Hasta cien mil personas, exclusivamente clientes británicos, están afectadas por la quiebra de los touroperadores Laterooms y Superbreak, propiedad del grupo Malvern. No se tienen datos del número de hoteles afectados, aunque este viernes se conocieron casos de hoteles que han exigido a sus clientes de estos mayoristas que deben pagar su estancia directamente en el establecimiento para poder continuar sus vacaciones.
Superbreak, que tiene 250 empleados fundamentalmente en su sede de York, tenía en el momento de su quiebra unas 20 mil reservas que afectan a 53 mil clientes (porque la gran mayoría de las reservas incluyen al menos dos personas). Sin embargo, las repatriaciones y los problemas en destino de este mayoristas deberían ser relativamente manejables una vez que se ha sabido que apenas 400 viajeros estaban fuera del país en viajes del mayorista.
Laterooms, el otro mayorista del mismo grupo, que antes había sido propiedad de Thomson, hoy Tui, tiene una dimensión similar.Este viernes dijo tener unas 23 mil reservas para una cifra de viajeros ligeramente superior a la de Superbreak. Laterooms opera desde Manchester.
Los administradores de la quiebra indicaron ayer que están haciendo los últimos esfuerzos para intentar vender la empresa, a precios muy bajos, por supuesto. KPMG había sido contratada hace apenas un mes para conseguir compradores, pero la crisis económica de la compañía no ha permitido llegar a ese resultado. Sin embargo, en estos momentos la legislación permite buscar compradores, aunque cada día que pasa la viabilidad del proyecto y las posibilidades de recuperar la empresa se desvanecen.
El viernes, el administrador había despedido a toda la plantilla excepto 45 trabajadores, encargados de cerrar las operaciones pendientes. Si se llegara a la venta, la mayor parte de los empleados volverían a trabajar.
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