El rasgo común entre el grueso de empresas que componen los distintos eslabones de la cadena turística en España es que este verano se ha cerrado con un descenso de los márgenes, por lo que la mayoría de agencias, touroperadores y hoteles van a ver empeorados sus resultados este ejercicio.
La gran parte de empresas que prevén cerrar el año con un aumento de facturación admiten que habrá sido a costa de bajar sus beneficios, debido a la competitividad registrada esta temporada alta para captar a más turistas mediante precios más agresivos, dado el estado de depresión en el que sigue el consumo nacional.
Hoteles, agencias online y bancos de camas se cuentan también este verano entre los que reconocen una bajada de márgenes hasta mínimos sin precedentes, desde grandes cadenas hasta mayoristas de referencia, pese a haber sido en los últimos años los sectores que mejor han podido defender sus porcentajes de ingresos respecto a los gastos.
En casos muy puntuales van a darse subidas de beneficios, y más frecuentes van a ser los aumentos de ventas, lo que anticipa que desde todos los eslabones de la cadena turística se están consolidando los modelos donde mucho dinero cambia de manos pero poco se queda en los bolsillos de quienes tienen el estímulo para arriesgarlo y crear empleo.
La bajada de la rentabilidad en la industria turística española, según la variedad de expertos consultados por preferente.com, obedece sobre todo a la fuerte atomización del mercado, en un argumento que se prueba también con su caso opuesto, pues en los sectores donde la competencia es menos intensa, los beneficios y márgenes se disparan, con Air Europa como ejemplo más revelador.
La consecuencia de este modelo de bajos márgenes acentuado este verano para el sector turístico es que van a existir menos incentivos para que emprendedores se animen a invertir en la industria del turismo, aunque brota también la esperanza de que crezca el interés por proyectos que apunten a la diferenciación, buscando menos competencia directa, y por tanto, más posibilidades de ampliar márgenes.
La gran pregunta es: cómo hay que entender el turismo , como un lujo o como una industria para consumidores y proveedores de servicios?