Tras la detención de Gerardo Díaz Ferrán, ex co-presidente del quebrado Grupo Marsans, en el marco de la Operación Crucero se supo que quien fuera líder de la patronal española CEOE guardaba en su casa más de dos kilos de oro, además de dinero en efectivo y joyas, así como un coche de lujo de la marca Bentley, modelo Continental. En su declaración judicial dos días después de su arresto en diciembre, el empresario dijo que ni el oro ni el vehículo eran suyos: lo primero lo atribuyó a sus padres y lo segundo a su presunto testaferro, Ángel de Cabo.
Cinco Días ha publicado parte del testimonio de Díaz Ferrán y ha revelado que el acusado dijo ante el magistrado Eloy Velasco y el fiscal Daniel Campos que: “El oro, dos pastillas de medio kilo, no estoy seguro del peso, me lo regalaron mis padres antes de que murieran, y yo se lo había regalado a mis hijos, nosotros lo guardábamos porque tenían miedo de guardarlo en casa, esa es la realidad”.
Sobre el Bentley, Gerardo Díaz Ferrán apuntó que estaba a nombre de su empresa Grudisan y que, al venderla a De Cabo, su titularidad pasó a éste. “Yo lo tenía en el garaje para devolvérselo a Ángel de Cabo”, afirmó.
Al ex socio del fallecido Gonzalo Pascual se le imputan los delitos de alzamiento de bienes y blanqueo de capitales en relación con la quiebra de Marsans en 2010. En sede judicial, el septuagenario culpó a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirschner, de la quiebra de su grupo por la nacionalización de Aerolíneas Argentinas, “de manera fraudulenta y cometiendo una tropelía tremenda”.
Díaz Ferrán expresó su confianza en ganar el juicio contra Argentina ante el Ciadi y lograr los 1.000 millones de euros de indemnización que reclama por la expropiación de la aerolínea. “Estoy seguro de que podremos ganar el juicio, porque tenemos razón”, dijo, para añadir: “Con todo ese dinero se verían satisfechos para mi satisfacción enorme todos los proveedores que se han quedado colgados”, manifestó.
El ex presidente de la CEOE recalcó que todos sus bienes están sujetos a “hipotecas directas” de cuando los compró y “por créditos de Marsans”. “Mi socio y yo pusimos todos nuestros bienes a disposición de los bancos para que dieran créditos a las empresas para intentar salvarlas. Mi casa estaba hipotecada, la han subastado y me he quedado sin ella”, explicó.
Desde el pasado cinco de diciembre, Díaz Ferrán y De Cabo están en prisión, eludible bajo fianza. En el caso del anterior presidente de la patronal, la caución se ha rebajado de 30 a 10 millones de euros, mientras que para el empresario valenciano se ha mantenido en una cifra récord en España, 50 millones.
Diaz Ferran el año pasado le salio la declaracion de la renta negativa (A devolñver) en tres mil y pico euros,
mientras sigamos rodeados de delincuentes el pais seguira hundiendose,se precisa una buena purga en la politica y puestos en los que se maneja dinero publico.
Mira si robaron que dejaron Spanair tan tiritando que ni las vergonzosas ayudas públicas pudieron sacar adelante una compañía que en su día fue modelo.
Díaz Ferran, con la cara dura que tienes a ver si te quedas en la puta cárcel hasta que te mueras, pedazo de carbón.a partir de hoy te voy a llamar lingotitos.