Sorpresa en uno de los lugares de mayor atracción turística del norte de Italia: el lago di Garda se ha reducido de forma alarmante, como nunca se había visto antes.
Situado a escasa distancia al norte de Verona, se ha encogido, mostrando las rocas del fondo, como consecuencia de que sus aguas se han calentado a temperaturas inusuales.
Los turistas, especialmente en las inmediaciones de Sirmione, una hermosa península que entra en el lago, están sorprendidos por el efecto inesperado del cambio climático.
Los medios de comunicación locales entrevistan a los turistas, atónitos ante lo que tienen ante sus ojos. La sequía en el norte de Italia es comparable a la que padece el resto de Europa, España incluida. "Encontramos que el paisaje había cambiado enormemente", dice una turista en Euronews. "Nos quedamos sorprendidos al llegar porque el paseo que hacíamos habitualmente al lado del río simplemente no estaba".
Pero para desgracia de las empresas turísticas, el enclave, especialmente popular entre los alemanes, está perdiendo visitantes después de que los medios de comunicación extranjeros se hicieran eco de la inusual imagen del lago retirado de la costa.
El Po, el río más importante de la región, está casi seco, afectando a la producción agrícola regional. Pero la sequía está transformando el paisaje de lugares turísticos como el lago di Garda, excepcionalmente popular.
Bueno, es una pena. Los pecadores ya saben de qué se trata...