A lo largo del tiempo, el hombre siempre ha tenido una necesidad vital de desplazarse, de dejar sus sitios de origen para conocer nuevos lugares, bien sea por razones logísticas, o por razones operativas o simplemente por un sentimiento de descubrir sitios nuevos. Hace muchos miles de años, incluso en los tiempos más remoto de la prehistoria, ya las civilizaciones nómadas anunciaban la imperiosa necesidad del ser humano por moverse, trasladarse y por cambiar frecuentemente de lugar.
Posteriormente, la historia nos ha ido dando numerosas muestras en las diferentes épocas en las siempre se ha repetido un mismo patrón donde el hombre ha seguido mostrando un gran interés e incluso una necesidad sobrenatural por la movilidad y por los viajes.
Han sido muchas y muy diferentes las motivaciones que a lo largo de la historia han empujado al hombre a viajar, al principio motivado por las propias necesidades vitales cómo la caza o la búsqueda del agua o el clima más adecuado y cada vez fueron entrando nuevas causas como el comercio, o la cultura, o el arte, o la búsqueda de las especies que protagonizo grandes hazañas en nuestra historia, o del oro, o simplemente el ansia de poder u otras muchísimas razones por las que el hombre ha estado siempre empujado a buscar cosas fuera de su entorno cercano.
Me vienen a la cabeza innumerables viajeros en la historia y en la literatura, desde Don Quijote, a Marco polo, o Phileas Fogg, o los grandes descubridores como Cristóbal Colón o Juan Sebastián Del Cano dio la primera circunnavegación de la historia hace quinientos años, o San Francisco Javier, Livingston, Charles Darwin, Amudsen y Scott y tantos otros viajeros anónimos, comerciantes, piratas, vikingos y aventureros, personajes de nuestra historia en los que siempre nos hemos visto reflejados y nos han servido de referente y motivación viajera hasta nuestros días.
También pienso en como el hombre ha aplicado siempre toda su sabiduría, conocimiento y su ingenio, sirviéndose de la ciencia con la única finalidad de mejorar su capacidad de desplazamientos desde los primeros que lo hacían caminando a pie, o al lomo de todo tipo de animales, carruajes, caravanas, el ferrocarril, el autogiro hasta llegar el avión y a las más sofisticadas naves espaciales para llegar a otros planetas son suponen otra muestra del ingenio del hombre para satisfacer la necesidad de conocer y de viajar.
Todos esos movimientos realizados por nuestros antecesores nos han dejado un valiosísimo legado con espectaculares muestras de arte y de cultura, los egipcios, los griegos, los aztecas, los mayas, los romanos, los persas, los árabes y otras muchas civilizaciones que a lo largo de muchos siglos han ido dejando una huella única de un valor incalculable y nos han mostrado la inquietud y el afán de desplazamiento que siempre ha prevalecido.
Este afán por viajar que siempre ha tenido el hombre, traído a la actualidad podemos afirmar con rotundidad que se ha multiplicado exponencialmente y ha derivado en una sociedad que no solo le gusta viajar, sino que tiene una necesidad imperiosa de conocer nuevos sitios, de disfrutar de otros lugares y de moverse sin parar y de hecho lo hace bien sea por motivos profesionales, por ocio, por conocimiento, por peregrinaciones religiosas, por deporte, por gastronomía o por muchísimas otras causas que nos hacen no poder dejar de desplazarnos y de viajar en prácticamente ninguna etapa de nuestra vida.
Reorganización de la industria del turismo
Sin embargo y a pesar de que en este primer trimestre del año 2020 ha sido la primera vez en la historia que el mundo se ha parado prácticamente del todo, sabemos que se trata de un tiempo acotado por la gravedad de la situación, pero nadie duda que pasaran días o semanas o meses pero que los seres humanos volveremos a desplazarnos con la pasión y las ganas que siempre lo hemos hecho, volveremos pronto a viajar para conocer nuevos sitios, para ver las maravillas que nos dejaron antiguas civilizaciones, para practicar o ver ese deporte que tanto nos gusta o para peregrinar a los lugares sagrados, o para disfrutar simplemente del ambiente de otros países o para de su gastronomía o de su folclore, por lo que sea, pero volveremos pronto a viajar y lo haremos más pronto que tarde y con más energía y más ganas que nunca, porque va en nuestro ADN, porque tenemos la necesidad vital, porque nos gusta, porque queremos y porque nuestra felicidad, en muchos casos, depende de ello, , de nuestras emociones, de nuestros sentimientos y por lo tanto de nuestros viajes.
No sé si realmente cambiarán tanto los hábitos, o no, o si viajaremos con o sin mascarilla o si nos separaran más o menos en los medios de transporte o en las visitas de los monumentos ni se si seguiremos teniendo desayunos buffet o si serán de cualquier otra forma, pero lo que sí sé y de eso estoy totalmente seguro, que tan pronto como las autoridades sanitarias nos lo permitan y los avances médicos nos vayan ofreciendo unas mínimas garantías, seguiremos viajando y disfrutando así de la vida con la misma intensidad que siempre lo hemos hecho.
Si hay algo que nos ha enseñado la historia y este maldito virus es lo triste que es la vida sin viajar, sin movilidad, sin ver a nadie por nuestras calles, ni a nuestros vecinos ni a otros compatriotas, ni a nuestros queridos turistas haciendo fotos a todo lo que les rodea, ni en los chiringuitos tomando nuestras tapas, ni disfrutando de nuestras playas, ni en ningún otro sitio y es que sencillamente hemos descubierto que la vida es muy triste sin viajar y sin turismo.
Por eso los profesionales de turismo tenemos desde ahora una prioridad que consiste en la reorganización de la industria del turismo para hacer los ajustes en nuestras programaciones de viajes que haga falta y garantizar la seguridad de nuestros clientes y que vuelvan a viajar cuanto antes para trabajar, para disfrutar o simplemente para volver a ser felices.
Totalmente de acuerdo
Bonito artículo ?
Me he llegado a emocionar ... enhorabuena por recordarnos , lo bonita que es la vida , aún con sus malos momentos .
Se parece mucho mucho a otro escrito que leído hace unas semanas, pero es muy lindo.