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EDICIÓN ESPAÑA

En dos palabras

Actualizado 12 septiembre, 2005
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Benidorm. 12/09/05.- Los buenos resultados obtenidos este año durante los meses de julio y agosto, con una ocupación media del 90% en Benidorm, no han servido para rebajar las presiones que los touroperadores repiten año tras año a la hora de negociar los contratos de la siguiente temporada. De hecho, los principales mayoristas que operan con turistas británicos en la Costa Blanca han forzado a los hoteleros a rebajar los precios de sus camas para el verano de 2006. Bajo el argumento de las dificultades para vender Benidorm por la fuerte atracción que ofrecen al turista otros destinos de la competencia -tanto nacionales como internacionales-, los representantes de los principales empresas han sabido aprovechar la alta dependencia de los touroperadores en la zona para lograr que los hoteleros “pasen por el aro”, tal como explica un empresario local. Los principales representantes del sector han indicado que esta rebaja será de entre el 3 y el 5%, dependiendo de cada establecimiento. No obstante, esta cifra en la práctica será “muy superior, porque a la bajada de tarifas hay que sumar el aumento del IPC y las pérdidas que arrastramos después de cuatro veranos manteniendo los precios”, según han apuntado estas mismas fuentes consultadas por Diario Levante. Así, el año próximo será el primero en el que los hoteleros aceptan bajar las tarifas de sus habitaciones para los meses de julio y agosto, si no quieren quedarse fuera del reparto del pastel y después de cuatro veranos consecutivos congelando las tarifas. Fuentes de la patronal hotelera Hosbec han señalado que los operadores tienen previsto eliminar de sus folletos a algunos establecimientos con los que contaban en otras temporadas, lo que llevará a muchas empresas a tener que recurrir a sus propios canales de venta o a confiar su suerte a los mayoristas nacionales. Ante el rechazo de los empresarios a esta estrategia de las principales empresas proveedoras de turistas extranjeros, los touroperadores ponen sobre la mesa los datos sobre representatividad de los mercados internacionales en los meses estivales. Según estas cifras, que se corresponden también con el balance de Hosbec, el turismo británico cae en verano hasta niveles de ocupación que apenas rozan el 30 por ciento, la mitad que en invierno, fundamentalmente porque “huyen de la masificación turística de Benidorm y disponen de muchas más ofertas para elegir”, apuntan desde las empresas mayoristas. Estas mismas fuentes agregan también la dificultad que durante el verano encuentran para llenar aviones, lo que les obliga a lanzar ofertas de última hora, con la consiguiente reducción de sus beneficios.


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