Las empresas vinculadas a la actividad turística son, con gran diferencia, las que más están recurriendo a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para resistir la peor crisis de la historia de la primera industria de España (Agencias y hoteles: seis de cada diez empleados en ERTE).
Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a 31 de diciembre de 2020 había 755.613 trabajadores incluidos en un ERTE. De éstos, el 392.299 (52%) viven de cuatro sectores ligados al turismo (ERTE: el Gobierno ofrece una prórroga hasta el 31 de mayo).
Las agencias de viajes cierran 2020 con un total de 24.942 empleados en ERTE. Aunque en términos absolutos la cifra dista de la registrada por otras ramas turísticas, proporcionalmente es, con amplio margen, el sector con más afectados por la suspensión total o parcial de empleo.
Las empresas de alojamiento, que son junto a las agencias las que han sufrido la mayor caída de ingresos, superan la barrera de los 100.000 empleados en ERTE (111.479 a 31 de diciembre). Por encima están las de restauración con 241.390, mientras que las compañías aéreas concluyen el año con la nada desdeñable cifra de 14.488 afectados.
El propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones reconoce que con el paso de los meses "se acentúa la concentración geográfica y sectorial de los afiliados protegidos". Asimismo, destaca que respecto al cierre de noviembre "se ha producido un descenso de 95.607 personas si tenemos en cuenta la serie revisada en función de las personas en alta afectadas".
De media, según la serie por fecha de alta, en el mes de diciembre ha habido 782.915 personas en ERTE, frente a las 865.677 de la serie revisada del mes anterior y las 676.905 de octubre. "Continúa, así, la estabilización del número de trabajadores protegidos iniciada en septiembre, a pesar de las nuevas restricciones administrativas para afrontar la segunda ola de la pandemia", subrayan desde el Ejecutivo.
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