El turismo, uno de los sectores más castigados por la terrible crisis del Covid-19, ya ha vuelto a erigirse como la locomotora de la economía española. Basta con echar un simple vistazo a los datos de empleo para observar la magnitud de un sector tantas veces denostado por parte del Gobierno central (La ministra Maroto atiza al turismo por la “precariedad”).
Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2023 ha dado empleo a 2.555.727 residentes en España, lo que representa un incremento del 5,2% respecto al arranque de 2022 y, lo que es más importante, del 2,7% en comparación con los primeros meses de 2019, antes del Covid.
Otro dato reseñable es su capacidad de generar nuevos empleos. Y es que, de los 368.000 puestos de trabajo surgidos entre enero y marzo en la economía española, el 34,6% (127.445) han sido fruto de las actividades vinculadas al turismo.
Los ocupados en el sector turístico representan en este periodo el 12,5% del total en España, porcentaje que se aproxima al 12,8% alcanzado en los tres primeros meses de 2019.
Que se lo digan al ministro Garzón
Si, capacidad para generar nuevos empleos precarios e igualmente destrozarlos a la velocidad del rayo. Esa locomotora donde los que se fueron y no volvieron a su antiguo trabajo probablemente les salvó la vida.