El mayor temor de las grandes OTAs son los monstruos de la tecnología, como Apple, Amazon, Google o Facebook. Todas saben que cuando emproen el turismo, se pueden quedar con todo el negocio porque son las que conocen mejor al cliente, las que lo controlan las 24 horas del día.
Por ejemplo, todo el mundo sabe que Google podría concentrar todas las reservas de vuelos del mundo con aplicaciones que tiene prácticamente en uso. Facebook también podría hacer lo mismo. Disponen las dos de tecnología, pero sobre todo saben perfectamente qué quiere el usuario, porque para algo lo tienen atrapado en sus redes de cookies y trackers.
Este mes, el 2 de marzo, Facebook lanzó, de forma discreta y sin publicidad, una funcionalidad adicional que se llama City Guides (guía para ciudades) que está en la app de FB, y que permite a los usuarios reservar hoteles y restaurantes entre otras operaciones. Además, como es habitual en esta app, se permite llamar o enviar mensajes a esos establecimientos. Lo que es nuevo es que permite hacer reservas. Lo nuevo, sin embargo, es reservar, porque en esa intermediación está la comisión que ganan unos y, lógicamente, pierden otros.
El número de establecimientos es aún muy limitado, pero el “book now” provoca temor en todo el sector de la intermediación. Hoy apenas unos pocos hoteles y restaurantes se pueden reservar (uno de ellos en Londres). Desde antes, esta aplicación de Facebook ya permitía reservar taxis de Uber o comprar billetes de Icelandair. Mientras sólo sea una aerolínea, la tensión no es grande.
En realidad, aunque la víctima de estos movimientos es el sector turístico intermediario, Facebook está 'jugando' con Google, que también lanzó una app que se llama Google Trips y que ofrece opciones como “cosas que hacer” o cómo construir “planes diarios” en una ciudad determinada. Google, que tecnológicamente ha demostrado que tiene posibilidades más que sobradas, sin embargo, no ha permitido las reservas.
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