La salida de García Rascón se ha producido de manera suave, sin sobresalto, a la chita callando. El director general de Halcón se merecía algo más: una despedida acorde a su trayectoria profesional, que ha sido de oro de muchos quilates.
Rascón ha dedicado toda su vida al mundo de las agencias de viajes, desde la antigua Meliá a Ecuador pasando lógicamente por el Halcón de las dos etapas: la de Herminio Gil y ésta sola bajo su mandato, pero siempre con los Hidalgo.
Para el empresario salmantino, su familia, hijos y hermanos, pero sobre toda la esposa, Elo, el director general de la red minorista de Globalia siempre fue un ser querido, una persona de confianza, como Richard Clark, de Air Europa.
Y es que FGR se hacía querer como persona y destacaba como ejecutivo: en lo doméstico nunca se metía en líos y en lo profesional no le temblaba el pulso cuando tenía que tomar decisiones drásticas, incluso en las laborales.
Ha sido el ejecutivo que más le ha durado a los Hidalgo, nada que ver con los que se fueron por la puerta falsa, en unos casos por incompatibilidad de caracteres con la familia y en otras por meter la mano en la caja, como más de uno.
Fernando García Rascón era con Luis Mata y Richard Clark la voz conciliadora de la casa, la que tendía puentes cuando surgían problemas, como bien pueden atestiguar el presidente de Soltour y el editor y presidente del Grupo Preferente.
Fue FGR el que intervino en las desavenencias entre Pablo Piñero y Juan Jose Hidalgo por la pugna del hotel Orotava Garden, del Puerto de la Cruz, y el que intentó suavizar las relaciones entre su compleja casa y nuestro grupo editorial.
Rascón ha contado siempre con el respeto y el aprecio de sus colegas competidores y ha dado muestras, por otro lado, de seriedad y hombría de bien en los consejos en los que ha representado a su grupo, y de ello somos testigos preferenciales.
Las autoridades y el Sector deberían reconocer el buen hacer de este profesional jubilado por las circunstancias adversas que vive el turismo emisor de nuestro país, otorgándole una más que merecida distinción turística.
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Se va como todos en Globalia, con una patada y a seguir.
Como se van a ir los empleados de Air Europa en Alicante, base puntera en la empresa, con grandes profesionales, que han pasado en un año de tener casi una treintena de vuelos semanales, a ninguno el mes que viene, y ser despedidos sin contemplaciones.
Alguien debería de analizar si se ha llegado a esto por la famosa huelga de pilotos, por una reduccion cierta en las operaciones en la base, abandonandola, aún siendo el cuarto aeropuerto de la peninsula, donde compañías de bandera como BA va retomar sus operaciones, o la misma IB, va a abrir rutas con Moscú.
En definitiva se ha perdido la base, y sus estupendos profesionales, como siempte en globalia, tirando al que vale, y dejando a no se quien.
Me da a mí que los hilos de Globalia se mueven desde UX..la historia de esta profesión, amiguismo y poca profesionalidad en los puestos de Dirección...
suerte Globalia, la vais a necesitar.
Sin duda se merece un gran homenaje.
¡mucha suerte triunfador!
Que gran profesional. Siempre estaremos contigo, Fernando