Estos son los datos: España ha tenido un 23,6 por ciento más turistas entre enero y septiembre de este año (incluido este último mes) respecto de 2020; el mundo, en conjunto, ha tenido una recuperación del 30 por ciento en el mismo periodo; Europa, en conjunto, apenas está en el 23,9 por ciento, pero Francia alcanza el 34,9 por ciento, muy por encima de todos los grandes países del continente (Francia: los mayores de 65 años con 2 vacunas, bloqueados).
Los datos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) revelan que las políticas francesas están funcionando en el turismo, contribuyendo con un 8,5 por ciento al conjunto de la economía general del país, con una renta generada de 211 mil millones de euros. Los datos interanuales apuntan también en torno al 35 por ciento de crecimiento.
No necesariamente todo ese crecimiento se debe al turismo internacional, porque en muchos países los viajes internos han conseguido reemplazar a los internacionales. También en España esta ha sido una tendencia poderosa.
Hay otro país europeo que ha tenido un excelente año turístico –en comparación con los demás– que es Grecia, que para el año entrante también presenta óptimas previsiones en casi todos los mercados. En conjunto, la recuperación económica griega, no sólo en turismo, supera con nitidez la de España, que se encuentra a la cola del continente.
Las perspectivas en Francia para el gasto internacional son excepcionales: se espera un incremento del gasto del 67,8 por ciento, alimentado por unas ansias de retornar al país que se ha visto muy claramente en la demanda que tienen las aerolíneas en las rutas con Estados Unidos, que tienen todos los vuelos llenos hasta entrado el año que viene.
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