El Ayuntamiento de Barcelona avanza en la puesta en marcha de medidas que permitan “controlar, gestionar o limitar” el número de cruceros que llegan a sus costas en los periodos de temporada alta. Negociará un nuevo convenio con el Puerto de Barcelona con el foco en reducir la cifra de visitantes (Colau se ensaña con los cruceros: “Dan poco beneficio y generan colapso”).
Según informa El País, la ciudad recibió un total de 3,5 millones de cruceristas en 803 buques en el año 2023, lo que supuso 13 puntos más que antes de la pandemia. Se convirtió así en el cuarto puerto en importancia del mundo, después de los tres de Miami.
Es por ello que “queremos proponer un nuevo convenio con el Port no solo para discutir el número de terminales, sino, principalmente, para debatir el de pasajeros. Que cada año crezca el número de visitantes un 9% no es asumible por la ciudad”, según ha apuntado el teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo, Jordi Valls.
“Si superamos la capacidad de carga que puede soportar Barcelona, lo que aportan los visitantes ya no tiene valor”, ha proseguido. “Sé que el turismo crea 85.000 puestos de trabajo, pero tengo que potenciar también otros sectores como la industria o la creación que me permite diversificar la economía, no depender tanto del turismo y tener una estructura salarial muy superior a la que aporta el turismo”.
“Que nadie se engañe, eso no es cuestionar el turismo. Es un debate de diversificación económica. Además, no somos la única ciudad que lo hace. Ámsterdam, Venecia o Palma de Mallorca ya han impulsado medidas de control”, ha concluido.
Anda Anda Anda !! Barcelona con el 4 puerto más importante del mundo ? Imposible si en Barcelona solo tiene delincuentes narcos tiroteos robos violaciones , disturbios el Rabal seguro me dejó algún merecido puesto en toda la toxica Barcelona.
Bueno almenos aquí Barajas ni Madrid pueden competir , porque si no sería ta la ostia!! Ah sí que está el ministerio de puertos del estado a 500 klm de la ciudad más cercana a la costa, otro sinsentido del centralismo español, es como ir de Barcelona a Murcia en Ave pasando por Atocha .
Barcelona huele a cerveza y a pis por las esquinas, y que limiten los cruceros, de los que desembarcan hordas humanas teléfono en mano, es justo y necesario, como pasará en otros muchos sitios para evitar que la avaricia económica inmediata acabe con los turistas residentes y los residentes no turistas