Las acciones de Thomas Cook, el segundo grupo turístico europeo, cayeron un 12 por ciento este miércoles, al conocerse sus resultados económicos, aunque después se recuperaron y acabaron la jornada un 8 por ciento por debajo del martes. El hundimiento de las acciones es la respuesta a unos resultados económicos llenos de puntos oscuros que, no obstante, mantienen al grupo alejado de la situación absolutamente límite que vivió en 2011.
El gran problema de este año ha sido Gran Bretaña, donde sus beneficios cayeron un 40 por ciento hasta sólo los 52 millones de libras. La compañía ha aducido razones que no convencen (el aumento de los precios hoteleros, la caída de la libra y la intensa competencia en el mercado español) porque sus rivales no están padeciendo los mismos resultados, pese a que conviven en el mismo mercado. Igualmente, el grupo ha explicado que ha sido afectado por las denuncias falsas de muchos clientes y por la necesidad de rescatar a los viajeros que fueron afectados en el Caribe, especialmente Cuba, por el huracán Irma. En cambio, como grupo, su EBIT aumentó mínimamente, hasta llegar a los 330 millones.
Aunque en el Reino Unido los resultados han sido nada halagüeños, en cambio ha habido buenas noticias: la aerolínea Cóndor, que el año pasado presentaba malas perspectivas, este año se ha recuperado y ha ganado dinero, ayudando a que el grupo vaya mucho mejor en Alemania.
En conjunto, dado que el año ha sido bueno, Thomas Cook registró una mejora de facturación de un 9 por ciento, alcanzando los 9.000 millones de libras. Los niveles de satisfacción de los clientes mejoraron por segundo año consecutivo, y también los resultados económicos en el continente y en Escandinavia, donde la empresa tiene una fuerte presencia. Hasta la deuda ha bajado significativamente, porque ha habido capacidad para devolver parte del pasivo. Sin embargo, en el Reino Unido las cosas no han funcionado, tras cuatro años de mejoras.
En todo caso, más allá del temporal de este miércoles, hay que reconocer que nada se compara con la crisis del 2011. La compañía tiene menos márgenes, pero aún estos son del 22 por ciento de la facturación y se espera que para el año 2020 los beneficios suban significativamente.
En todo caso, la transformación de la empresa aún está en marcha y quedan pasos muy importantes en los próximos meses, especialmente tras el acuerdo estratégico con Expedia, la OTA más importante del mundo.
El brexit no puede traer nada bueno...