El Gobierno griego quiere más turismo, pero no es Creta, Miconos, Corfú o Santorini, sino en alguno de los centenares de islas que son igualmente bonitas pero nadie conoce ni visita (Grecia: lleno por Pascua).
La campaña se titula “Grecia, si viene un vez, querrá quedarse siempre” y ha sido presentada a los medios por Vasilis Kikilias, el ministro de Turismo, quien remarca que el país tiene muchos destinos alternativos. “Tenemos 124 islas deshabitadas e incontables más habitadas, pero casi sin turismo”.
Por ejemplo, la Cícladas son 33 islas, muchas de las cuales son populares, como Santorini o Miconos, pero otras no tienen visitantes como Tinos. Sin embargo, estas también tienen tradiciones e historia que compartir.
Grecia tiene dos problemas que quiere paliar: por un lado, que el turismo llegue a las islas pequeñas, pero también quiere evitar que las grandes terminen sufriendo el conocido problema de la super población.
En las islas más pequeñas de Grecia suelen haber visitantes extranjeros, pero frecuentemente son pocos y se instalan a vivir, convirtiéndose en uno más en las islas.
No obstante, hay problemas porque tienen dificultades para el acceso de viajeros y, a partir de ciertas dimensiones, tampoco disponen ni de infraestructuras ni de alojamientos. Sí, en cambio, tienen originalidad y productos propios con siglos de tradición.
La actitud de la población respecto del turismo es prácticamente unánime: todo el mundo quiere más visitantes, más tiempo, con más poder adquisitivo. En Grecia, especialmente en las Islas más pequeñas, la idea de saturación turística les suena extraña.
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