La sede de la Fundación Ramón Areces en la que se ha instalado la capilla ardiente de Isidoro Álvarez es un continuo goteo de personalidades del mundo político y empresarial que quieren dar su último adiós al presidente de El Corte Inglés.
Entre quienes se han acercado hasta allí para dar su pésame a la familia destacan el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, que el domingo por la tarde acudía a la Fundación para despedirse de Álvarez, al igual que el presidente de International Airline Group, Antonio Vázquez.
Todos ellos han loado la figura del dueño de Viajes El Corte Inglés por ser uno de los referentes empresariales de este siglo y haber levantado un imperio que hoy da trabajo a más de 90.000 personas. Así lo destacaba Luis Gallego, presidente de Iberia, quien lo calificó como “uno de los empresarios pioneros de este país”.
No se como no le da vergüenza aparecer en público a este señor, que no le llega a Isidoro Álvarez ni a la suela del zapato y además se le conoce por todo, menos por buen empresario.
La prueba es la nefasta gestión que llevo a cabo en Iberia, y no hablemos de sus gestiones anteriores.
Imagino que iría a cantar una opereta o a tomar una manzanilla, que el hp no se entera.
Y digo yo, ¿que pensarán los hijos y los nietos de éste elemento?, ¿no sentirán verguenza de él?