Hong Kong, hoy parte de China, ha sufrido como nadie la pandemia. Y ahora está sufriendo la pospandemia porque la economía no sólo no sube, sino que esta primavera cayó un 1,3 por ciento. El Covid se sigue haciendo sentir. El número de turistas es un 40 por ciento inferior al de 2019, cuando ya había bajado sobre las mejores marcas históricas (Hong Kong alcanza el 37% del turismo previo al Covid).
En realidad, la que fuera colonia británica no ha levantado cabeza desde que China tomara el control institucional y ello derivara en manifestaciones y protestas.
Antes de los bloqueos aplicados para evitar la expansión del Covid, la ciudad ya no tenía el turismo de épocas normales. Pero es que con el Covid las cosas llegaron a extremos inimaginables incluso en 2022.
No es sólo el turismo está mal: las exportaciones, todas, tanto a la vecina China continental como a EEUU, Europa e incluso al resto de Asia también cayeron, lo que tiene un efecto demoledor. La demanda local, en cambio, ha ido mejor, pero tras tres años de profunda contracción.
Las exportaciones de bienes en el segundo trimestre de este año cayeron más de un 15 por ciento respecto al año anterior.
“El turismo receptor y el consumo privado seguirán siendo los principales motores del crecimiento económico durante el resto del año”, dicen los expertos. “A medida que la capacidad de transporte continúe recuperándose, las llegadas de visitantes deberían aumentar aún más”.
En general, las llegadas de extranjeros seguían aumentando de manera constante y alcanzaron el 60 por ciento de su nivel anterior a fines de julio. Gran parte del repunte se debió a un salto en las llegadas desde el continente, o sea China.
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