Jersey y Guernsey, las dos principales islas inglesas del Canal de la Mancha –exceptuada White-–, están mucho más cerca de Francia que de Gran Bretaña, por lo que siempre existió un fuerte flujo de turismo francés de un día, desde las cercanas costas de Normandía y Bretaña. Sin embargo, últimamente estos viajes eran complicados porque, cumpliendo la nueva normativa que surge del Brexit, era obligatorio usar pasaporte para pasar las fronteras, al menos en Europa.
Hasta que las cosas se han puesto complicadas y entonces en Jersey han dicho basta, que tres años con menos turistas era suficiente. Así que ahora desde el 22 de abril –inicialmente hasta el 30 de septiembre—del lado británico permitirán la entrada de los franceses –sólo franceses—con únicamente exhibir el documento de identidad.
Obviamente, se sabe que esto empezó el 22 de abril, pero lo del final en septiembre se verá en ese mismo mes porque si va bien, probablemente no se de marcha atrás.
Los datos de las navieras que unen Francia con las islas dicen que la demanda de viajes cayó entre un 40 y un 60 por ciento. No todos los franceses tienen el pasaporte en regla y menos para hacer un viaje de unas horas. Ahora se espera que el turismo aumente en 50 mil visitantes en la isla.
Jersey y Guernsey, cada una por su lado, tienen un régimen jurídico propio en el que su legislación reemplaza a la británica siempre que exista. Es decir que pueden adoptar medidas que corrijan las que se aplican en el territorio principal y, si no lo hacen, rige lo mismo que para Gran Bretaña.
No se sabe quién ha tenido más interés en dificultar los viajes. Por ejemplo, es la Unión Europea la que exige el sellado del pasaporte, mientras que en Gran Bretaña no se hace. Pero en los dos lados, al menos en estos años de vigencia del Brexit, ha habido mucho énfasis en tratar a la otra parte como a un viajero más, cuando la cercanía es evidente.
El Brexit esa gran mentira que sólo origina menos ingresos,menos empleos y pobreza.