“Las medidas de Trump podrían afectar el poder adquisitivo de los turistas españoles”

El turismo en España enfrenta desafíos clave, desde el crecimiento descontrolado de las viviendas de uso turístico hasta la falta de mano de obra cualificada. En una entrevista concedida a Preferente, el presidente del Consejo de Turismo de CEOE, Juan Cierco, destaca la importancia de una regulación equilibrada para las VUT, así como la necesidad de abordar las protestas turismofóbicas con políticas inclusivas y el impulso de un modelo turístico sostenible que garantice el bienestar de los residentes y la competitividad del sector. Además, subraya la urgencia de mejorar la formación y fidelización del talento en un sector clave para la economía española.

Pregunta. ¿Qué le parecen los avances que ha habido para poner coto a los pisos turísticos en algunos destinos españoles como Madrid y Barcelona? ¿Qué soluciones proponen para atajar esta problemática?

Respuesta. El crecimiento descontrolado de las viviendas de uso turístico (VUT) ha generado problemas de convivencia y distorsiones en el mercado inmobiliario en algunos destinos. Sin embargo, es esencial abordar esta cuestión con una visión equilibrada, que combine regulación efectiva y viabilidad económica, garantizando la sostenibilidad del modelo turístico y la convivencia con los residentes.

Para ello, consideramos clave superar la confrontación entre sectores, apostando por el diálogo y la complementariedad, con normativas claras que establezcan un marco de actuación equitativo para todas las modalidades de alojamiento; regular el crecimiento de las VUT a través de criterios urbanísticos adaptados a cada territorio, asegurando un desarrollo ordenado que evite la masificación en determinadas zonas y garantice la accesibilidad a la vivienda para los residentes; combatir la especulación y las prácticas irregulares, con un marco normativo y fiscal que desincentive el fraude y fomente la actividad profesionalizada dentro del sector; e impulsar la profesionalización y transparencia, con una regulación homogénea que ofrezca seguridad jurídica a empresas, propietarios, turistas y residentes promoviendo una oferta de calidad dentro de un modelo sostenible.

El reto no es eliminar las VUT, sino integrarlas de manera ordenada dentro del ecosistema turístico y urbano, asegurando que su desarrollo contribuya al equilibrio social, económico y territorial de cada destino. Desde CEOE, seguiremos impulsando esta conversación para construir soluciones basadas en el consenso y el interés general.

P. Se acerca la temporada de verano, y, con ella, es probable que se vuelvan a repetir las protestas contra el turismo. ¿Les preocupa? ¿Tendrían un efecto disuasorio para los visitantes?

R. Nos preocupa porque proyecta una imagen negativa de España como destino y puede influir en la percepción del turista. Sin embargo, es fundamental no generalizar: la inmensa mayoría de los ciudadanos reconoce el valor del turismo para la economía y el empleo. Las protestas suelen estar localizadas en puntos concretos y responden, en gran parte, a desafíos de gestión del territorio que requieren una planificación urbana adecuada, inversiones en infraestructuras y políticas públicas que optimicen la distribución de flujos turísticos.

Además, es esencial abordar el desarrollo de políticas de vivienda y fomentar políticas de empleo que garanticen el arraigo de la población en los destinos turísticos y evitar la percepción de que el turismo compite con las necesidades de los residentes.

El futuro del turismo no solo pasa por minimizar externalidades, sino por multiplicar sus impactos positivos. Para ello, el gran reto es afianzar el bienestar de la población local, algo que solo se logra con una gestión pública eficiente de los servicios, una inversión público-privada bien dirigida y un mercado laboral adaptado a las necesidades de cada destino y de cada empresa. En este sentido, el diálogo social y la negociación colectiva han demostrado ser las mejores herramientas para encontrar el equilibrio necesario entre la competitividad del sector y la calidad del empleo.

P. ¿De qué manera y desde qué entidades se debería actuar para frenar los actos turismofóbicos?

R. Debe ser una actuación coordinada entre administraciones, sector privado y sociedad civil, basada en el diálogo, la planificación estratégica y la acción conjunta. Desde CEOE, el Consejo de Turismo promovemos un turismo sostenible e integrador, que genere riqueza sin tensionar a los residentes y que mantenga a España como un destino competitivo a largo plazo.

Para ello, consideramos fundamental la activación efectiva de la Comisión Interministerial de Turismo, asegurando su operatividad real para coordinar políticas y decisiones estratégicas que afectan al sector, así como impulsar una mayor acción y seguimiento dentro del Conestur, mediante la creación de una Estrategia Nacional de Turismo con una visión holística, compartida y consensuada entre todos los agentes públicos y privados. Debemos culminar y concretar el trabajo desarrollado de manera transversal por organizaciones empresariales, sindicatos, administraciones locales y autonómicas, así como expertos que han contribuido a la Estrategia 2030.

Esta estrategia, o la que finalmente se adopte, debe proporcionar un marco sólido para las inversiones y regulaciones, priorizando la actualización y modernización de destinos turísticos maduros; nuevas infraestructuras de movilidad y refuerzo de la intermodalidad; y el impulso de un marco regulador más ágil, siguiendo las premisas de los recientes informes Letta y Draghi, que incentive la inversión privada y evite que la obsolescencia normativa retrase la ejecución de proyectos estratégicos.

Para ello, se debe impulsar una nueva vía de simplificación administrativa que reduzca la burocracia, facilite el acceso rápido a las ayudas públicas disponibles y garantice un acompañamiento eficaz por parte de la administración durante todo el proceso de tramitación.

Esta especie de “alfombra roja” para la inversión, que se busca promover a través de la enmienda introducida por el grupo socialista en la Ley de Función Pública, actualmente en proceso de tramitación parlamentaria, debe priorizar las inversiones vinculadas al desarrollo turístico.

Otra oportunidad para fortalecer un entorno normativo más eficiente y dinámico para el sector turístico es el Régimen 20, una iniciativa en desarrollo en la que desde CEOE estamos activamente involucrados. Nuestro objetivo es asegurar que este marco contribuya a la agilización de procesos, a la reducción de cargas burocráticas y al impulso de la competitividad del sector.

También es necesario un desarrollo territorial equilibrado. Impulsar iniciativas que fomenten el turismo en destinos emergentes y contribuyan a la desestacionalización, mediante la distribución de flujos adaptando la oferta a las tendencias y necesidades de los diferentes mercados emisores. Para ello, es fundamental considerar las pirámides demográficas tanto de los países de origen como de España, en su doble papel como destino receptor y mercado emisor de turistas.

El análisis estratégico de estos datos demográficos permitirá no solo optimizar el contenido de la oferta turística, sino también favorecer un mercado laboral más equilibrado, alineando la demanda de empleo con la evolución de la población activa y las oportunidades que ofrece el sector.

Por otro lado, es clave la implantación de un Test de Competitividad Turística que garantice que cualquier nueva normativa, sea del ámbito que sea, tenga en cuenta su impacto en la actividad turística antes de su aprobación. A ello debe sumarse una política de comunicación pública más activa que no se limite a campañas puntuales, sino que incorpore una narrativa institucional permanente sobre el valor económico, social y medioambiental del turismo. Es crucial que se visibilice el compromiso del sector con la sostenibilidad y se trabaje intensamente en la gestión de las externalidades, como ya se está haciendo.

La clave, por tanto, está en reforzar el mensaje positivo sobre el impacto del turismo y trabajar en modelos equilibrados de crecimiento y sostenibilidad. Para ello, educación y sensibilización juegan un papel clave.

Desde CEOE, estamos plenamente comprometidos con este desafío y, a través del programa "De escuchar a hacer juntos un turismo mejor", impulsamos un diálogo abierto con todos los actores del sector, en colaboración con las CEOE territoriales a lo largo de España.

Este enfoque nos permite conocer de primera mano las realidades y necesidades de cada destino y trabajar en soluciones equilibradas que favorezcan la convivencia y la competitividad, asegurando que el turismo siga siendo un motor de progreso y bienestar para todos.

P. Son muchos los actores que verían interesante una unificación de los tres grandes lobbies (Exceltur, Mesa del Turismo y CEOE) para que el turismo gane fuerza en sus exigencias. ¿Ha habido alguna conversación o está prevista alguna al respecto?

R. Desde el Consejo de Turismo de CEOE mantenemos un diálogo permanente con todas las organizaciones del sector, incluyendo Exceltur y la Mesa del Turismo. Más que una fusión, lo importante es la coordinación y alineación en los grandes temas que afectan a la competitividad del sector. Es un trabajo que ya se está realizando y que se refuerza cada día.

P. De valorar esta posible unificación, ¿se llevaría a cabo a través del Consejo de Turismo de la CEOE?

R. La CEOE es la organización empresarial más representativa de España y agrupa a las principales empresas y asociaciones del sector turístico. A través del Consejo de Turismo, actuamos como la voz del sector dentro del ámbito empresarial, defendiendo sus intereses y promoviendo su competitividad.

En este sentido, estamos abiertos a cualquier fórmula que fortalezca el intercambio de conocimiento empresarial, permitiendo así mejorar nuestra capacidad de interlocución y contribuir a un desarrollo turístico más eficiente, innovador y sostenible.

P. ¿Qué efecto pueden tener las políticas de Donald Trump en el destino España? ¿Les preocupa?

R. La política internacional tiene un impacto directo en el turismo, y las decisiones adoptadas por EEUU pueden influir significativamente en la movilidad global, las condiciones económicas y la confianza de los viajeros. En este contexto, nos preocupa especialmente cómo las medidas impulsadas por Donald Trump podrían afectar el poder adquisitivo de los turistas españoles y la competitividad de los proveedores de servicios de la industria turística en España.

Las políticas proteccionistas, el endurecimiento de acuerdos comerciales o posibles restricciones a la libre circulación podrían traducirse en un encarecimiento de bienes y servicios, afectando la capacidad de gasto de los viajeros europeos, incluido el mercado español. Además, estas medidas podrían impactar en la cadena de suministro global, repercutiendo en sectores clave para la industria turística, como el transporte, la hostelería y la restauración.

Algunos países clave, como Alemania, ya atraviesan situaciones económicas complicadas, con un menor crecimiento y una reducción del gasto en viajes. En este sentido, seguimos muy atentos a los resultados y consecuencias de las elecciones del 23F en Alemania. Si el escenario de incertidumbre económica se extendiera a otros mercados europeos debido a políticas proteccionistas o restricciones en el comercio internacional, la posición de liderazgo de España como destino turístico podría verse afectada.

No obstante, España sigue siendo un destino altamente diversificado, con una fuerte presencia en mercados emisores tanto cercanos como lejanos. Europa mantiene su apuesta por nuestro país, y al mismo tiempo, contamos con la capacidad para atraer turistas de regiones con una clase media emergente, donde el crecimiento económico está impulsando una mayor demanda de viajes internacionales.

Ante esta situación, más que preocuparnos, estamos ocupados en analizar y anticiparnos a los cambios en la política exterior, la regulación de visados, la conectividad aérea y las normativas internacionales. Nuestra prioridad es asegurarnos de que estos factores no perjudiquen la competitividad ni el atractivo de España como destino turístico.

Nuestro objetivo es preservar el liderazgo de España en el turismo global, fortaleciendo nuestra capacidad de adaptación y respondiendo con estrategias que nos permitan seguir siendo un destino preferente, incluso en escenarios económicos inciertos.

P. Parece que sigue faltando mano de obra cualificada en el turismo español. ¿Es alarmante? ¿Qué soluciones proponen al respecto?

R. La falta de talento es una de las grandes preocupaciones del sector. No solo enfrentamos una escasez de profesionales, sino que la transformación digital, la sostenibilidad y la evolución del modelo turístico están generando nuevas necesidades en capacidades específicas que deben abordarse con urgencia. El desafío no es solo encontrar talento, sino también formarlo, fidelizarlo y adaptarlo a las nuevas exigencias del mercado.

Desde CEOE, proponemos una estrategia integral basada en la revisión y modernización de la formación profesional y universitaria, a través del refuerzo de la colaboración público-privada asegurando que los programas educativos respondan a la demanda real del sector y formen a profesionales en competencias clave como digitalización, sostenibilidad, gestión de datos y experiencia del cliente. Esto solo podremos alcanzarlo estableciendo itinerarios de formación y recualificación que permitan adaptar el talento existente a las nuevas demandas del sector.

Para ello, estamos trabajando junto al Ministerio en el desarrollo de un hub turístico de formación profesional que al igual que en otros sectores facilite esta integración entre necesidades empresariales y formación.

También empujamos hacia mejoras en la inserción laboral y estabilidad del empleo, con especial atención a la fidelización del talento, manteniendo el atractivo de las profesiones y planes de desarrollo profesional que refuercen la empleabilidad en el sector. Es imprescindible el reconocimiento de capacidades a los trabajadores veteranos con experiencia, pero sin formación reglada. Una antigua lucha que no conseguimos superar.

Otro aspecto clave debe centrarse en facilitar la contratación de personal extranjero en áreas con déficit de profesionales, estableciendo criterios claros de calidad y seguridad jurídica, asegurando así un equilibrio entre la oferta y la demanda de talento. El reconocimiento de las actividades turísticas dentro del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura que elaboran las provincias y autoriza e la administración general del Estado debería facilitar determinados procedimientos y minimizar parte de los problemas.

El turismo es un motor económico clave y, para seguir siendo competitivos, es imprescindible invertir en talento. La solución no pasa solo por atraer profesionales, sino por garantizar que el sector sea percibido como una opción de empleo estable, cualificada y con futuro.