Renfe sigue sin sobreponerse al golpe que ha supuesto el fin de su monopolio a raíz de la liberalización del transporte ferroviario de pasajeros. La compañía pública ha perdido 65 millones de euros en 2023, 14 millones más que en el ejercicio anterior, que cerró con un balance negativo de 51 millones (El golpe de Iryo y Ouigo a Renfe en el corredor Madrid-Barcelona).
Detrás de estos números está el desplome de la rentabilidad de sus trenes de alta velocidad motivado por la guerra de precios que ha traído consigo la irrupción de Ouigo e Iryo, informa El Economista.
Así lo reconoce la propia dirección de Renfe, que explica que se ha visto obligada a revisar a la baja los precios de los billetes de AVE y Avlo “a fin de no perder cuota de mercado”. Esto se ha traducido en un descenso del 6,9% del ingreso medio por viajero.
La dura competencia existente en la alta velocidad se refleja también en la evolución dispar de los ingresos y los pasajeros en los servicios de alta velocidad y larga distancia (Alvia o Intercity) de Renfe. Los primeros han caído 4,6 puntos respecto a 2022, situándose en 61,3 millones de euros, a pesar de que el número de viajeros ha aumentado un 2,5%, pasando de 30 a 30,8 millones.
Bienvenida la competencia.
El Corredor Mediterráneo es vergonzoso el servicio y los precios que están ofreciendo.
Pues como cualquier compañía. Si no da dinero se cierra o se privatiza. Porque ha de hacer la competencia por ejemplo al avión con dinero público. No es justo que Iberia o VLG o AEA compitan con Renfe cuando estos últimos se pueden permitir el lujo de perder dinero año tras año.
Y si la principal competencia de Renfe es Renfe? Cada día peor servicio, demoras interminables, etc.
Y eso solo en las líneas donde hay competencia. En las que aún mantienen el monopolio, tipo Euromed, directamente es para que dejen de prestar el servicio, si a lo que están ofertando se le puede llamar servicio.
Dos puntualizaciones a esta noticia intencionadamente sesgada:
1- Las tres empresas están perdiendo dinero, no sólo Renfe. Una situación inverosímil.
2- Las competidoras de Renfe también son empresas públicas, OUIGO es 100% propiedad del estado francés, e IRYO es 50% propiedad del estado italiano.
Un desastre, como la gran mayoría de compañías públicas. Viajé con ellos hace dos meses (en mi lugar de residencia no hay otra opción) y para comenzar, tardé 2 horas en comprara los billetes a través de su web ortopédica y anticuada. Y los Alvia, bastante baqueteados, gastados y mantenimiento justo (me refiero al interior y al confort)