La alarmante estafa que envuelve a Booking: “Casi me roban 2.300 euros”

Cada vez son más las amenazas de los hackers en el sector turístico. Juan Pablo Cid, cliente de Booking en este caso e informático de profesión, ha narrado al diario El Confidencial cómo estuvo a punto de perder miles de euros tras sufrir un intento de “phishing”. (Booking: los hackers atacan a cientos de hoteles)

Reservó unas noches de hotel en Wroclaw (Polonia) a través de la OTA y, a una semana de partir de viaje, recibió un mensaje que alertaba de un problema en la verificación de su cuenta bancaria, solicitando un pago para no perder la reserva. El mail de envío era el mismo que el que le había remitido la confirmación de su compra unos días antes.

Inicialmente, procedió a ser los pasos que le indicaban. Pero al llegar a la última fase del pago, decidió llamar al establecimiento, quienes le indicaron que no realizase ninguna transferencia, y detectaron que se habían enviado mensajes falsos utilizando las herramientas que les proporciona Booking. Se salvó por la campana.

“Yo pensé que hablaba con mi hotel por el chat de Booking y casi me estafan 2.300 euros. Estuve a un clic de que ocurriese”, relata el afectado. “No hubo, de primeras, nada que llamase la atención. Mencionaban el establecimiento, estaba escrito perfectamente y no había faltas de ortografía ni malas traducciones como en otros timos. Pero al final lo recibes por la app y con un correo oficial, juegan con esa confianza. Es una de las cosas más sofisticadas que he visto”.

Prosigue señalando que “incluso había un chat en vivo, no sé si sería un bot o una persona real, que supuestamente me resolvía dudas y demás. Todo muy logrado”. Pero lo que encendió la luz de alarma fue que el enlace de pago no funcionaba en el ordenador, solo en el móvil.

“Tuve suerte porque se me ocurrió llamar y porque al final me manejo en inglés. Pero qué ocurre si no lo hablas o tienes una reserva de hotel en China y no te puedes comunicar de forma rápida con ellos. Imagino que hay muchas personas que se lo han tragado”, concluye Cid.