La amistad Serrahima-Javier no se extiende a todo Globalia

Javier Hidalgo y Pedro Serrahima han querido dejar muy claro, sin necesidad de hacerlo, que su amistad personal se mantendrá pese a la dimisión del segundo como director general de Globalia, pero en vista de algunas reacciones por parte del grupo turístico, parece obvio que este cariño no es compartido por parte del resto de responsables del conglomerado.

De hecho, el propio ex director general del grupo de Air Europa y Halcón ha declarado a preferente.com que a su equipo "no les faltarán enemigos", lo que choca con el tono conciliador y afectivo con el que el CEO y Serrahima han coincido en darle a su despedida tras unos 10 meses en el cargo.

La salida coincidente de Antonio Hidalgo también evidencia que existen dos bloques en Globalia, en el que una parte de la familia apoya al dimitido director general, de igual modo que el grueso de los empleados, mientras otra facción del grupo ha deslizado acusaciones en su contra.

El digital merca2 señala que "algunos directivos estarían muy enfadados con Serrahima, a quien culpan de que no haya habido resultados positivos durante estos meses. De hecho, le acusan de "bajarse del carro". Incluso, acusan al ex director general de haberles dejado tirados después de desmontar toda la estructura".

Serrahima se ha mostrado sorprendido ante la acusación de irse de vacaciones en agosto y responde que se ha cogido sus tres semanas correspondientes y que en ese mes se había ido toda la dirección. Sugiere, además, que la temporada alta en las agencias de viaje no se corresponde con los meses de verano, sino con mayo y junio, que es cuando las personas reservan sus viajes.

"Falta de resultados, cargarse la estructura, irse de vacaciones y también otorgar a sus antiguos socios de Pepephone -y a los cuales se llevó a Globalia- contratos blindados”. Eso es lo que reprochan a Serrahima quienes no estaban cómodos con su presencia. Pero el ex director general desmiente la existencia de estos tipos de contratos y destaca que su antiguo equipo sigue en sus puestos porque tanto él como Javier Hidalgo se lo han pedido.

La situación es tensa en Globalia. Parte de la compañía mantiene que la alta dirección está, supuestamente, “muy enfadada con él", apunta el citado medio.