La Audiencia Nacional ha condenado a cuatro años de cárcel a Pablo Casanova, el propietario de la agencia Kangaroo Viajes, con sede en Las Rozas y en la capital, que estafó a un grupo de personas que habían adquirido un viaje organizado por 2.495 euros para presenciar la final del mundial de fútbol entre España y Holanda en el año 2010 y, cuando llegaron al destino, se enteraron de que las entradas que les ofrecían eran falsas.
En un primero momento la audiencia pidió una pena de ocho años de cárcel, que al final se ha visto reducida a cuatro (Piden una pena récord de ocho años de cárcel para un agente por estafa).
El tribunal le considera culpable de un delito de estafa y de falsificación y, además de la pena de cárcel, le condena a pagar una multa de seis euros al día durante doce meses.
La sentencia subraya que el acusado, a pesar de saber que las entradas eran falsas y que no tenía suficientes para todos sus clientes –pues sólo había adquirido 46- decidió seguir con su plan y fletó un chárter con la empresa Worlwide Charters, a quien también estafó con pantallazos de supuestos transferencias, que en realidad no llegó a realizar.
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