La crisis sísmica de Islandia podría ser de gran alcance

En apenas dos días hubo 1.500 terremotos en Islandia, por lo que las autoridades declararon el estado de emergencia y evacuaron como medida preventiva la villa de Grindavik, de 4.000 habitantes, cercana a la famosa Laguna Azul, un sitio turístico cerrado provisionalmente (Islandia, cerrada tras 800 terremotos en 14 horas).

Los indicios y temores apuntan a un despertar del volcán Fagradalsfjall, uno de los 200 que hay en la isla, apenas a 385 metros sobre el nivel del mar, que reinició su actividad en la primavera de 2021, después de varios siglos en los que no constaba actividad alguna. Otros dos episodios vinculados a este volcán tuvieron lugar en agosto de 2022 y julio de 2023.

Como efecto de la intensificación de la actividad sísmica, los científicos islandeses indican que la lava o magma está subiendo verticalmente en las inmediaciones de Grindavikur. Esto apunta a la posibilidad de que en los próximos días o semanas Islandia pudiera vivir un resurgimiento importante de la actividad sísmica, de la que estos movimientos sería una avanzada.

La coordinadora de asuntos sísmicos de la Oficina Meteorológica de Islandia, Sara Barsotti, dijo a los medios que “lo que estamos viendo es una situación sin precedentes. Estamos hablando de una velocidad de este proceso y de volúmenes o tasas de entrada de magma muy superiores a los que habíamos visto hasta ahora”. Esta erupción podría abrir un nuevo ciclo de actividad sísmica en Islandia que podría durar varios siglos, según la experta.