La turoperación española cierra el verano con balance favorable a pesar de haber sufrido una ralentización de la demanda provocada por la espiral inflacionista y el consecuente descenso del ahorro de muchas familias (Inquietud en las grandes redes al frenarse en seco la demanda).
Directivos de empresas punteras del sector hacen una lectura positiva de lo sucedido en la temporada estival, si bien reconocen que se han tenido que volcar para sacar adelante las operativas programadas, sacrificando en muchos casos márgenes y renegociando con los proveedores.
“El balance de la temporada de verano ha sido positivo en términos generales, aunque más en facturación que en rentabilidad”, explica Alberto Díaz, director general de Mapa Group. Aunque se muestra “satisfecho” con los resultados alcanzados, reconoce que “ha sido un verano con muchos altibajos, un verano de los que en el sector calificamos como raro”.
En términos similares se expresa el CEO de Europamundo, Alejandro de la Osa, quien presume de haber mantenido “un sólido equilibrio en nuestras ventas, con una temporada que consideramos muy positiva”. Y aunque su empresa no ha sido ajena al frenazo del consumo, asegura “creer firmemente que la gente seguirá viajando”.
Aunque estas y otras marcas de referencia afirman haber salvado una temporada marcada por el parón de las ventas de última hora, los turoperadores españoles han tenido que esforzarse al máximo para hacer frene a la ola inflacionista. Esto, a su vez, se ha traducido en una rebaja generalizada de la rentabilidad de las mayoristas, que ya de por sí operan con unos márgenes muy ajustados.
Ahora la gran incógnita es saber qué sucederá en el último trimestre del año, el cual suele ser especialmente difícil. Sin embargo, como avanzó Preferente, en septiembre volvió el optimismo al sector, con niveles de venta en línea con las de hace un año, tras unos meses de julio y agosto decepcionantes (Euforia turística con septiembre tras un agosto decepcionante).
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