Los administradores concursales y los encargados de la venta de Trapsatur volvieron a alargar la fase decisiva de su venta, de modo que la mayorista sigue devaluándose pues en lo que va de año experimenta caídas de ventas superiores en muchos casos al 50 por ciento.
El touroperador del quebrado Grupo Marsans facturó en su último ejercicio 34 millones de euros, y de seguir al ritmo actual las ventas para este año rondarán los 20 millones, de forma que se dificulta acercarse al precio que buscaban quienes lideran el proceso de venta.
Entre los interesados por la compra de Trapsatur figuran Springwater –el único que lo ha reconocido públicamente en declaraciones a un diario salmón--, así como otra mayorista española con destacada presencia en América Latina, y empresas de autobuses como Monbús.
Tampoco se descarta que quieran llegar hasta el final otros candidatos del sector turístico encubiertos en ofertas cuya fachada la ponen despachos de abogados, así como el valenciano Grupo Transvía, que acaba de lanzar la mayorista VPT, Viajes Para Todos, nutrida en gran parte de ex trabajadores de Trapsatur.
Precisamente, la citada empresa tendrá que dar explicaciones en las próximas semanas por este hecho que ha mermado el activo que supone el fondo de comercio de Trapsatur, cuyo valor se ve afectado a su vez por la inspección en la se halla inmersa.
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