Las acciones de Saga se hunden un 21% por el cierre de Monarch

Hace una semana, la prensa local de Folkstone, donde está la sede, publicaba con consternación que las oficinas de Saga, un pequeño touroperador británico especializado en viajeros mayores, se iban a quedar sin más de cien trabajadores por despidos. En ese momento la compañía contó una historia que era inverosímil. Pero este martes a última hora empezó a correr el rumor de que las cuentas de este año iban mal. Y ayer, miércoles, sus acciones se hundieron un 21 por ciento en la bolsa.

¿Qué ha podido ocurrirle a este touroperador histórico para que las cosas le hayan ido mal cuando precisamente estamos ante un excelente año turístico? Ayer la dirección dio una explicación muy razonable: el hundimiento de Monarch obligó a la compañía a salir urgentemente a buscar otras aerolíneas en las que colocar sus viajeros y eso, por supuesto, ha obligado a poner dinero sobre la mesa. El cliente está por encima de todo, y eso ha supuesto dos millones de libras de una vez para resolver todos los problemas con los viajeros que Monarch no transportaría.

Además de este problema, Saga explica que ha reducido sus beneficios de la venta de seguros de viaje, debido a la tremenda competencia en este sector de negocio.

Saga tenía previsto tener un aumento de beneficios del 5 por ciento en este ejercicio que, también para ellos, era excepcionalmente bueno. Sin embargo, tras el traspiés de Monarch y de los seguros, se espera que solo sean un 1 o quizás un 2 por ciento superiores a los 193 millones de libras del año pasado.

Pero para el año que viene los beneficios caerán, según anunció Lance Batchelor, su director general. Porque la compañía ha tomado la decisión de lanzarse a captar nuevos clientes. Actualmente su base comercial la integran 2,5 millones, lo cual no está nada mal.