Los representantes de algunos de los grupos comerciales punteros apuntan a Preferente que existe preocupación por el efecto de la guerra de precios que se viene observando entre las empresas turísticas. Avisan de que, si se mantiene en el tiempo, puede suponer algunos peligros (Las agencias, incapaces de dejar atrás la guerra de precios).
El presidente de DIT Gestión, Jon Arriaga, considera que, aunque el cliente está siendo “el más beneficiado”, esta guerra de tarifas “va a hacer que disminuyan mucho los posibles beneficios de los turoperadores”. Por el contrario, “al agente de viajes no le perjudica de forma especial pues la venta está ahí” (Nautalia: “El gran mal de las agencias son las ofertas”).
Por su parte, la directora general de Grupo Gea, Sara Fernández, alerta de que “lo más peligroso de una bajada de precios es sacrificar la tendencia y buen comportamiento del mercado que ha permitido la recuperación del sector”.
En su opinión, “el problema aparece en el momento que alguien apuesta por esa estrategia de precio de última hora y el resto se encuentra en la tesitura de quedarse fuera del mercado”. Ante el progresivo ascenso de precios, el cliente entiende que debe planificar y reservar con mayor antelación. Sin embargo, el escenario de ofertas chollo provoca el efecto contrario, a la vez que genera malestar ante el cliente que sí ha anticipado su reserva”.
En un tono similar se expresa el director general de Airmet, Rubén Fernández. “Esa guerra de precios se ve en productos muy determinados, afectando más a los que tienen una característica más comodity y que ofrecen una ventaja competitiva menor desde el punto de vista de producto. Como consecuencia de la dificultad en diferenciarse en producto, lo que queda es una diferenciación en precio”.
Añade que “esta situación se acrecienta con riesgos y compromisos que hacen que la plaza no vendida sea una merma directa en el beneficio de la operación. Creo que simplemente es una situación de mercado”.
Lo que temen es un menor margen si los precios bajan, vamos puro egoismo
¿Egoísmo? Mantener unos márgenes para poder pagar nóminas decentes, y que se valore nuestro trabajo?