FTI es uno de los mayores turoperadores alemanes, lo cual no es mucho decir porque todos han perdido una parte importante de su negocio en los últimos años. Pasó una crisis muy potente durante la pandemia, al punto de que requirió una ayuda de 500 millones de euros para sobrevivir (Quiebra Thomas Cook tras 178 años de historia).
Pero ese no es el motivo por el que las agencias de viajes y los analistas turísticos están preocupados, sino que esta semana ha hecho públicos sus resultados de 2023 que no han quedado nada claros. Como suele ocurrir con las empresas que no van bien, se habla mucho de la facturación, de 3.741 millones de euros, pero no hay datos sobre pérdidas o ganancias.
El grupo FTI sí ha dado datos de su desempeño durante la pandemia, los cuales han sido peor de lo imaginado.
Las agencias, en un comunicado insólito e infrecuente, dicen que es necesario más transparencia por parte del turoperador respecto a su situación financiera. Dicen que “existe un riesgo de impago”, lo cual es realmente preocupante, y que eso plantea dudas sobre el futuro.
El auditor, por su parte, afirma en su informe que “la solvencia de FTI sólo pudo garantizarse durante el pasado ejercicio mediante aportaciones de los accionistas, préstamos garantizados por el Estado y aportaciones tácitas, así como acuerdos de préstamo con bancos”.
Estas dudas también preocupan a los hoteleros españoles que podrían verse atrapados en una posible crisis de este mayorista.
Como dicen los anglosajones FUBAR