En teoría estratégica empresarial se dice que la competencia más peligrosa no es la de otros competidores sino la que llega desde otro sector, cuyo negocio central parece distinto al propio. Pero la diferencia es solo aparente: la clave está en dónde radica el auténtico núcleo del negocio, que suele ser el mismo. La historia del sector del transporte de viajeros nos muestra cómo la mayoría de compañías navieras transatlánticas –salvo las que supieron reconvertirse en cruceristas– desaparecieron por la competencia llegada desde el sector de la aviación comercial de pasajeros tras la entrada en servicio de aviones a reacción de uso civil.
La irrupción progresiva de Lidl y de Aldi en el mercado emisor de viajes turísticos, con un variado abanico de productos adaptado a cada uno de los países en donde ya está operando, no tiene mayor secreto que el del núcleo real de su negocio: la intermediación. Ambas son grandes empresas alemanas de la distribución comercial, con expansión internacional y dominio de las herramientas de la intermediación. Era, pues, posible y previsible. Como lo es, por el poder de negociación que ambas poseen, el riesgo para muchas agencias de viajes minoristas.
En Alemania, la cada vez más poderosa división de viajes y turismo –DER Touristik– del grupo de supermercados Rewe le aporta a este algo más del 11 por ciento –unos 6.000 millones de euros– de los más de 54.000 millones de facturación anual. En el pasado, los grandes almacenes Karstadt fueron dueños de Neckermann. Y España también desde los grandes almacenes llegó Viajes El Corte Inglés, y desde la distribución de supermercados e hipermercados las agencias de viajes de Eroski, Alcampo y Carrefour, de las cuales únicamente ha sobresalido la tercera.
De momento Lidl y Aldi intermedian y, en los países donde ya operan, lo hacen 'online': desde estancias sueltas a paquetes organizados y cruceros a casi todo el mundo. A precios de oferta, con importantes descuentos en muchos casos. No he visto producto propio, y en esto parecen diferir de Rewe. ¿Sólo de momento? ¿O tal vez sea un primer paso hacia metas más ambiciosas?
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