Las reservas de viajes este final de junio avanzan a un ritmo muy débil, pese al parón de tres meses por el estado de alarma a causa del coronavirus. El motivo que arguyen los líderes turísticos es que se percibe miedo de la gente a subirse a un avión, y a que la experiencia de viaje le crea incertidumbre al vendérsela como tan distinta a la de años anteriores (Las cuatro razones que explican el bajo riesgo de contagio en un avión).
El turismo es una actividad que se hace por gusto y buscando el placer, y hoy la atención mediática pone más énfasis en las garantías sanitarias que en las bondades de viajar y de los destinos. Las televisiones y periódicos no dejan de incidir en las medidas extraordinarias que aplican aviones y hoteles, en lugar de la belleza y bienestar de las zonas turísticas.
Los estímulos que recibe el consumidor están más relacionados con los protocolos sanitarios y protecciones especiales, en lugar de una garantía de que sus vacaciones serán prácticamente como cada verano han sido. La demanda se puede sentir repelida ante que los reclamos para viajar sean 'Covid-free', filtros HEPA, geles, mamparas, o discotecas y atractivos turísticos cerrados.
En las últimas semanas, los llamamientos a fomentar los viajes han estado copados por la seguridad de contagios que realmente nunca puede existir al 100 por ciento, frente a una vuelta a sus vacaciones habituales, en un retorno a la normalidad que quizás sea el mayor anhelo de cualquier turista.
Algunos touroperadores ya están advirtiendo que la promoción turística no se está haciendo de la manera más efectiva, al concentrarse demasiado énfasis en una seguridad y prevenciones que ya se dan por descontados. Así, piden volver a centrar el marketing en las experiencias que seguirán tan placenteras y únicas como siempre.
En España, los destinos de la costa peninsular a los que se puede desplazar en coche están registrando una altas ocupaciones, mientras en las islas, para cuyos desplazamientos es necesario el avión, y una cantidad de controles y filtros aeroportuarios, no consiguen remontar entre el mercado nacional, quizás no tanto por miedo al contagio, sino a una experiencia de volar muy pesada.
La actual coyuntura sanitaria impide, por ejemplo, actividades de ocio como las discotecas con la libertad habitual o como ciertas excursiones con aforo limitado. Sin embargo, en el lado positivo también ofrece algunos atractivos, como la ausencia de la habitual masificación, la mejora de las condiciones ambientales, y que ello sea una singularidad única de este verano.
Entre poner el énfasis en los aspectos más repelentes al viaje, y hacerlo en los más seductores, las mayoristas están empezando a creer que ya es hora de concentrarse, antes que en la extrema higiene, en las virtudes irrepetibles de estos meses estivales en los lugares donde la naturaleza y la cultura han sido más generosas.
La gran mentira de que el avión es seguro esta haciendo mucho daño. La gente no se lo cree. Guardar 2 metros en todas partes pero en el avión te das codazos y no passsa nada.
ES que tanto espacio para tan poco, pues claro, ¿no se habían dado cuenta hasta ahora?. Generar desconfianza en el consumidor no es la mejor manera de vender ilusión, que eso es un viaje, Inseguridad médica, inseguridad jurídica, (cancelaciones, no reembolsos, vouchers no deseados por c...., vuelos mucho más caros si te quedas tirado en cualquier lugar del mundo, además del enorme gasto de quedarte colgado varios meses en cualquier sitio además de falta de ingresos, posibles quiebras, fronteras que pueden cerrar en cualquier momento, iseguridad en cuanto mantener el empleo y/o salario). Con estos precedentes, ¿todavía esperan que la gente compre a raudales?. Parece que algunos viven en un mundo paralelo.
Dejad que las aerolíneas se acerquen a mi...tenían que intentar convencer con información sesgada para llenar sus arcas.
Los beneficios de años anteriores, que obtuvieron accionistas y empleados, deberían reinvertirse en las propias lineas aereas, antes de pedir como mendigos al Gobierno (curioso ya que son empresas privadas y/o privatizadas, pagadas varias veces por los españoles).
El Gobierno en economia somos los contribuyentes.
No son ustedes especialistas en gestion de amenazas y riesgos.
Demuestren su coraje, solo saben dirigir una compañía con capital excedente, deben navegar el temporal, tomen decisiones y si se equivocan, como el caso actual por no saber generar confianza en el mercado. Consideren la reconversión de su sector.
La mineria, la pesca de bajura,el sector agrario, el bancario...casi todos se han reconvertido.
No sigan forzando con justificaciones ficticias , tratan de doblegar la voluntad del pasajero? Si es asi hundiran la poca demanda que queda.
El turismo es placer,tranquilidad, libre elección.. ustedes solo buscan el turismo por obligación.La obligación de seguir viviendo del mismo cuento. No se equivoquen, lo pagaran muy caro..en economía, reaccionar tarde y mal, es riesgo no trasferible .