Escándalo y tensión en las relaciones entre Francia y Gran Bretaña. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer que se reabrirá este verano el país, sin restricciones, para los viajeros “de la Unión Europea y de Estados Unidos” que estén vacunados. El presidente no mencionó específicamente a los británicos, con diferencia los que tienen el mayor ratio de vacunación de Europa.
La ausencia de esta mención suscitó la furia de los empresarios turísticos británicos que acusaron de inmediato al presidente francés de “jugar a la política” con este asunto, ignorar la evidencia científica, al dejar de lado a los millones de británicos que ya están vacunados. Las reacciones recogidas por la prensa de Londres apuntan a un montaje “ilógico” y “económicamente estúpido”.
En realidad, el presidente francés en ningún momento descartó que los británicos pudieran viajar, pero es verdad que siendo los más vacunados, su mención a la Unión Europea y a los americanos resulta un olvido sorprendente. Incluso añadió que “estamos en contacto permanente con Washington” para acordar cómo vamos a operar este verano.
Como Europa funciona a su manera, cada uno por su lado, la postura francesa no será la que adopten otros países, que no secundan necesariamente la postura de Macron.
Francia dijo que desde mayo se empezarán a relajar las restricciones y que para el verano los visitantes extranjeros podrán recorrer el país. El presidente galo hizo unas declaraciones a la cadena de televisión americana CBS en la que dijo que se relajarían las medidas. Añadió que se va a organizar el verano con tiempo para los ciudadanos franceses, europeos y americanos.
Esta supuesta decisión apunta a otro incidente en las relaciones entre británicos y franceses, después de que durante la vacunación la postura gala respecto de las vacunas Astra Zéneca fuera muy crítica y tras las tensiones acumuladas durante el proceso de negociación del Brexit.
Cada uno a lo suyo y salvese quien pueda, los demás, ¿eso qué importa?. Y ahemos visto y vemos cada día el espectáculo lamentable de las vacunas donde se toman decisiones en un sentido, en el contrario, se deja de vacuna, se actúa contra la evidencia científica mexclando vacunas. Enfin, espectáculo de la UE que es para olvidar y luego dirán que piensan en los ciudadanos de la Unión.
¡¡Que pudra París con el.asco que dan!!