Las asociaciones empresariales de Baleares muestran públicamente su disconformidad con la limitación de la llegada de cruceros. Acusan al Gobierno presidido por Francina Armengol de “demonizar” este tipo de turismo y “buscar apoyos rápidos para contentar a las organizaciones ecologistas simplemente por rascar un puñado de votos” (Palma pone tope al número de cruceros diarios: cinco son demasiados).
En un documento suscrito por más de una decena de asociaciones, entre ellas la de agencias de viajes (Aviba), piden al Ejecutivo que “haga público los informes que avalan dichas posiciones y que, por responsabilidad ante la debilitada situación que vive la economía de nuestra tierra, dejen de hacer política con el pan de los ciudadanos”.
“Además de ello, exigimos conocer los criterios legales y jurídicos que sustentan la premisa de limitar el número de barcos en los puertos de Baleares. Recordamos que en 2019 el entonces presidente de Puertos del Estado, Salvador de la Encina, afirmó que ninguna administración podía vetar el atraque de buques turísticos, ninguna administración tenía potestad para limitar la llegada de cruceros y que ninguna administración podía poner techo al sector porque no se puede por ley”, señalan.
Las organizaciones firmantes insisten en que “no es momento de limitar”, haciendo hincapié en “la importancia que tiene, especialmente ahora, reactivar nuestra economía”. “Venimos de unos meses muy malos, muchas empresas han tenido que echar el cierre y Palma no se ha recuperado todavía de la falta de turismo. Limitar la llegada de estos barcos es un claro ataque a la línea de flotación de nuestra economía”, avisan.
Por último, inciden en que “hay numerosos estudios que demuestran que se trata de un turismo sostenible, un turismo que consume, que hace compras, que utiliza el transporte público y va a restaurantes en un espacio corto de tiempo”.
Armengol no lo quiere, lo quieren MES y Podemos, que son los que gobiernan en Mallorca.