Nunca antes en los 178 años de historia, Thomas Cook vivió un día como este domingo. Dentro de una sala se estaba decidiendo el futuro de los 600 mil viajeros que están por el mundo disfrutando de viajes comprados al mayorista, 21 mil empleados observan atentamente qué va a ocurrir con ellos, centenares de hoteleros esperaban a saber si tendrían un agujero financiero o no, los accionistas querían certificar si lo habían perdido todo y los acreedores si podrían recuperar algo de lo que habían prestado.
De entre todos esos empleados que estaban trabajando, algunos pasaron el domingo en una situación completamente heroica, que bien merece un reconocimiento. Me refiero a quienes están encargados de Twitter, la red social de comunicación inmediata, a la que acudían todos los clientes, proveedores y hasta periodistas, para saber qué tiene que decir la compañía.
La mayor parte de los mensajes que contestan estos trabajadores tienen como autores a los turistas que se encuentran en el extranjero o a aquellos que, estando en casa, tienen planeado un viaje inmediato con Thomas Cook. La respuesta a sus preguntas es siempre la misma: “Estamos trabajando para sanear la compañía y asegurar un futuro estable. En estos momentos, toda la programación de vuelos se mantiene tal como está planeada”.
Observen que estos trabajadores, que ignoraban si al día siguiente tendrían empleo, estaban contestando con toda la dignidad y educación que se merece una compañía y los clientes. Pero ellos, al mismo tiempo, están contra las cuerdas.
No es que sea nada diferente de lo que ocurría con los gestores de la cuenta de Twitter de Monarch, o con los de Aigle Azur, o con los de Wow, pero no deja de ser valiente y desagradecido tener que responder en una situación tan extrema como la que se vive.
El colmo de la dificultad emerge cuando algunos clientes se dirigen a estos trabajadores con el tono de quien habla con el propietario de Thomas Cook, si es que existe alguien a quien se puedan atribuir las culpas como tal. Es muy desagradable ver cómo algunos que corren el riesgo de perder un viaje hablan al trabajador que puede perder su fuente de ingresos como si él fuera lo único importante, como si nadie más contara.
El empleado no sólo está a un tris de perder el empleo sino que encima tiene que soportar que le traten como si él tuviera alguna responsabilidad en lo que está sucediendo o en lo que ha ocurrido en el pasado y que ha llevado a la catástrofe.
Vaya por delante mi solidaridad con los trabajadores, pero dar una respuesta automatizada no es nada heroico. Heroico fue lo que hicieron los trabajadores de Marsans que ya se sabían en la calle y tuvieron la dignidad y profesionalidad de atender a hoteles y receptivos a fin de minimizar el impacto en los clientes finales. Un 10 para ellos.
Y luego, nos comimos mismo marrón dentro de horizonia. Solo hay héroes del plumilla ignorante y sensacionalista
Horizonia? Esa no me suena...
Iberojet, solpsl, turavia, mundicolor, y viajes Iberia, eran algunas del grupo mallorquín horizonia
Sigue sin sonarme Horizonia...
Como siempre, los curritos dando la cara, mientras los altos ejecutivos desaparecen...
Hubo antes otros héroes en España: cierre de Spantax, Grupo Marsans, grupo horizonia, Spanair, Air Madrid, Air Comet. Por citar algunos. Lamento mucho que T.C. Cierre por insolventes
Yo fui una de los 4.000 empleados del grupo Marsans que jugamos exactamente ese papel. Perdimos nuestros empleos pero salvamos los viajes de muchísimos clientes.